
Los Minions es la precuela de Mi villano favorito, una comedia animada que explora los orígenes de estos adorables y caóticos personajes amarillos. La historia nos lleva a través de la historia de la humanidad, mostrando cómo los Minions siempre han estado al servicio del villano más temible… aunque sin mucho éxito. Desde T. Rex hasta Napoleón, su mala suerte es legendaria.
Después de siglos sin encontrar un villano digno, los Minions caen en una profunda depresión. Pero Kevin, acompañado por el torpe Stuart y el inocente Bob, emprende un viaje hasta Nueva York en los años 60 con una sola misión: encontrar a su nuevo malvado líder. Y así conocen a Scarlet Overkill, una súper villana elegante, ambiciosa… y peligrosamente inestable.
Visualmente, la película es un festín de colores vibrantes, escenarios inspirados en los años 60 y acción cartoon al máximo nivel. El humor es mayormente físico, absurdo y lleno de referencias visuales. Aunque los diálogos de los Minions son inentendibles, su lenguaje universal de expresiones y tropiezos funciona perfectamente.
En la versión original, Sandra Bullock da voz a Scarlet Overkill, mientras que Jon Hamm interpreta a su esposo Herb. Ambos personajes aportan glamour y comicidad al caos. Pero como siempre, los verdaderos protagonistas son Kevin, Stuart y Bob, cada uno con su personalidad bien definida y momentos memorables.
La música acompaña con clásicos del rock y pop de los 60, reforzando el ambiente retro con mucha energía. Es una de esas bandas sonoras que conecta a los adultos con su nostalgia… mientras los niños se ríen con las caídas y travesuras.
Los Minions no pretende contar una historia profunda, pero sí entretener con ritmo, humor visual y ternura caótica. Ideal para ver en familia, especialmente con los más pequeños. Y si te gustaron en sus apariciones secundarias, aquí tienes una dosis completa de risa amarilla. Porque a veces, no hay nada mejor que una buena tontería bien hecha.