
El Grinch, dirigida por Ron Howard y protagonizada por un irreconocible Jim Carrey, es una adaptación live-action del cuento del Dr. Seuss: una historia sobre un ser solitario que odia la Navidad… y planea destruirla. Pero lo que comienza como una venganza contra el bullicioso pueblo de Villa Quién, se convierte en una emotiva reflexión sobre la empatía, la exclusión y la capacidad de cambiar.
El Grinch es un icono navideño por excelencia, y Jim Carrey lo lleva al extremo con una interpretación cómica, expresiva y profundamente humana. Con su cuerpo cubierto de pelaje verde, una voz grave y mil gestos exagerados, el actor logra que odiemos, entendamos y finalmente amemos a este personaje. Es una actuación física y emocionalmente exigente que se roba la pantalla.
Villa Quién es un despliegue visual espectacular: luces por todas partes, decoraciones gigantescas, personas excéntricas… y una obsesión por la Navidad que roza lo ridículo. Este exceso contrasta perfectamente con la oscuridad de la cueva del Grinch, creando un mundo visualmente saturado pero coherente con el tono del cuento original.
La pequeña Cindy Lou (Taylor Momsen) es el corazón de la historia. Su inocencia y curiosidad la llevan a preguntarse si la Navidad no es más que regalos y adornos. Su conexión con el Grinch abre la posibilidad del cambio, y muestra que la bondad de una sola persona puede tocar incluso el corazón más cerrado.
Aunque tiene humor físico y escenas absurdas, El Grinch también toca temas importantes: el bullying, la soledad, el rechazo y la superficialidad de las fiestas. El mensaje es claro: la Navidad no vive en los objetos, sino en las personas. El crecimiento del Grinch, simbolizado por su famoso “corazón que crece tres tallas”, es uno de los momentos más recordados del cine navideño.
El Grinch es ideal para todas las edades. Es divertida, visualmente llamativa y con un mensaje que conecta con cualquiera que alguna vez se haya sentido fuera de lugar. Porque al final, incluso los más gruñones merecen ser parte de la celebración.