
Dirigida por William Brent Bell, Brahms: El niño 2 (Brahms: The Boy II) es la secuela de la película de 2016 que retoma el misterio en la mansión Heelshire. La historia sigue a Liza (Katie Holmes), una madre que, tras un violento asalto, se muda con su esposo Sean (Owain Yeoman) y su hijo Jude (Christopher Convery) a la mansión en busca de tranquilidad. Sin embargo, la paz dura poco.
Jude descubre en el bosque un extraño muñeco de porcelana: Brahms. A partir de ese momento, el niño comienza a establecer una inquietante relación con él, mientras la familia experimenta sucesos inexplicables que ponen en duda la cordura de Liza y revelan que el pasado oscuro de la casa sigue más vivo que nunca.
Katie Holmes encarna a una madre marcada por el trauma, ofreciendo una actuación convincente como mujer vulnerable pero decidida a proteger a su hijo. Christopher Convery aporta inocencia y misterio en el papel de Jude, mientras que Owain Yeoman complementa la dinámica familiar.
La mansión Heelshire vuelve a ser el escenario principal, con sus pasillos sombríos y rincones cargados de tensión. Aunque menos inquietante que la primera entrega, el filme mantiene un aire de misterio y un estilo visual oscuro que refuerza la presencia del muñeco.
El diseño sonoro se convierte en un elemento central: golpes repentinos, susurros y silencios prolongados que preparan el terreno para los sustos. La música acompaña con un tono sombrío, subrayando la presencia de Brahms como amenaza constante.
Brahms: El niño 2 intenta expandir la historia del muñeco maldito, ofreciendo nuevas revelaciones sobre su origen. Aunque recibió críticas mixtas y no alcanzó el impacto de la primera película, aporta continuidad al mito de Brahms y sigue siendo atractiva para los fanáticos del terror gótico.