
Dirigida por Noam Murro, 300: El nacimiento de un imperio (300: Rise of an Empire) se estrenó en 2014 como secuela y a la vez precuela paralela de la exitosa 300 (2006). Basada parcialmente en el cómic inacabado de Frank Miller, titulado Xerxes, la película traslada la acción de las Termópilas a las batallas navales, expandiendo el conflicto entre griegos y persas con un estilo visual similar pero un enfoque más amplio.
La historia se centra en Temístocles (Sullivan Stapleton), un estratega ateniense que busca unir a las ciudades-estado griegas contra el imperio persa. Su mayor desafío es enfrentar en el mar a la letal comandante Artemisia (Eva Green), una guerrera persa con un pasado trágico y sed de venganza. Mientras tanto, el poderoso Jerjes (Rodrigo Santoro) sigue consolidando su imperio tras convertirse en el “Rey Dios”. La narrativa ocurre en paralelo a los sucesos de 300, mostrando cómo la resistencia de los espartanos inspiró nuevas batallas.
Sullivan Stapleton interpreta a Temístocles como un líder menos físico que Leónidas, pero con gran ingenio estratégico. Eva Green roba la película con una actuación magnética como Artemisia, un personaje feroz, seductor y trágico que se convirtió en uno de los villanos más memorables del género. Rodrigo Santoro regresa como Jerjes, aportando majestuosidad y amenaza, mientras que Lena Headey retoma su papel como la reina Gorgo para enlazar los sucesos con la primera película.
La cinta mantiene el estilo visual estilizado y sangriento que caracterizó a 300, con paletas de colores intensas, cámara lenta y coreografías de combate casi pictóricas. Sin embargo, apuesta por espectaculares batallas navales, con mares teñidos de rojo y choques de barcos que añaden una nueva dimensión al espectáculo. La atmósfera conserva el tono épico y brutal, pero con un aire más grandilocuente.
La banda sonora de Junkie XL ofrece un acompañamiento intenso y moderno, con percusiones potentes y coros que refuerzan la magnitud de la guerra. El tono general es más exagerado que en la primera entrega, buscando deslumbrar con acción ininterrumpida y una narrativa de venganza y resistencia.
300: El nacimiento de un imperio (2014) no alcanzó el impacto cultural de su predecesora, pero logró expandir el universo con una propuesta visualmente espectacular y una villana inolvidable en Artemisia. Aunque recibió críticas mixtas por su guion y personajes, se consolidó como un entretenimiento épico que ofreció más sangre, más acción y una mirada diferente a la lucha entre griegos y persas.