
Dirigida por Mark Waters, Los pingüinos de papá (Mr. Popper’s Penguins) se estrenó en 2011 como una adaptación libre del clásico libro infantil homónimo. Con Jim Carrey como protagonista, la película mezcla humor, ternura y caos, ofreciendo una historia ligera ideal para toda la familia.
La trama sigue a Tom Popper (Jim Carrey), un ambicioso empresario inmobiliario de Nueva York que dedica más tiempo al trabajo que a su familia. Todo cambia cuando recibe una inesperada herencia: seis pingüinos vivos que transforman su elegante departamento en un auténtico zoológico helado. Lo que al principio parece un desastre se convierte en la oportunidad de Popper para reconectar con sus hijos y replantearse lo que realmente importa en la vida.
Jim Carrey aporta su característico humor físico y expresiones desbordantes, regalando momentos cómicos tanto en solitario como en sus interacciones con los animales. Carla Gugino interpreta a la exesposa de Popper, mientras que Madeline Carroll y Maxwell Perry Cotton encarnan a los hijos, que aportan frescura y ternura al relato. El verdadero encanto, sin embargo, recae en los seis pingüinos, cada uno con su personalidad propia.
La película combina escenarios urbanos neoyorquinos con situaciones disparatadas en interiores llenos de nieve y hielo. El humor se apoya en los efectos especiales para dar vida a los pingüinos, logrando secuencias caóticas y divertidas que encajan con el estilo familiar. La atmósfera es alegre, ligera y con un toque de fantasía.
La banda sonora de Rolfe Kent utiliza melodías juguetonas y ligeras que refuerzan la comedia y el tono familiar de la cinta. La música acompaña perfectamente las travesuras de los pingüinos, aportando dinamismo y simpatía.
Los pingüinos de papá (2011) es una película sencilla pero entrañable, con un Jim Carrey en plena forma y un mensaje sobre la importancia de la familia por encima del éxito profesional. Aunque no revolucionó la comedia, logró convertirse en un entretenimiento fresco y divertido para grandes y chicos. Una opción ligera que demuestra cómo a veces la vida puede cambiar con un poco de caos… y unos cuantos pingüinos.