
Andy ha crecido. Ya no juega con sus juguetes, y está a punto de irse a la universidad. Para Woody, Buzz y el resto del grupo, eso significa enfrentar lo inevitable: ¿qué pasa con un juguete cuando su niño deja de necesitarlo?
Donados por error a SunnySide, los juguetes creen haber encontrado un nuevo hogar. Pero pronto descubren que este colorido lugar esconde una jerarquía tiránica liderada por el aparentemente dulce, pero autoritario, Lotso. Comienza entonces una fuga llena de ingenio, tensión y emoción.
Dirigida por Lee Unkrich, Toy Story 3 es una obra profundamente emotiva, donde los juguetes enfrentan temas como el abandono, la lealtad y la transición. Con una narrativa ágil y momentos de gran intensidad, es una película que crece con quienes la vieron de niños… y los conmueve de adultos.
La escena del incinerador, donde los juguetes se toman de la mano ante lo que parece su final, es uno de los momentos más poderosos del cine animado. Sin palabras, solo con miradas y un gesto, transmite la fuerza de la amistad verdadera: estar juntos, pase lo que pase.
Toy Story 3 cierra el círculo con la entrega de los juguetes a Bonnie, una niña que los recibe con alegría y cariño. Andy, al decir adiós, no solo cierra su infancia: la honra. Y nosotros, como espectadores, lloramos con gratitud por haber sido parte de esta historia. 🧡🎈