
Dirigida por Guillermo del Toro, La forma del agua es una obra cinematográfica que mezcla romance, fantasía y crítica social en plena Guerra Fría. Protagonizada por Sally Hawkins, Doug Jones, Michael Shannon, Octavia Spencer y Richard Jenkins, la película cuenta una historia de amor improbable entre una mujer muda y una criatura anfibia, explorando temas como la soledad, la otredad y la empatía.
En la América de los años 60, Elisa (Hawkins) trabaja como conserje en un laboratorio gubernamental altamente secreto. Su vida rutinaria cambia cuando descubre a un ser anfibio capturado (Jones), prisionero en el centro para experimentos militares. A través de pequeños gestos y miradas, Elisa establece una conexión profunda con la criatura, arriesgándose a liberarla y emprender una historia de amor que desafía los prejuicios y la violencia del mundo que la rodea.
Sally Hawkins ofrece una interpretación conmovedora, expresando emociones complejas sin pronunciar una sola palabra. Doug Jones da vida a la criatura con elegancia física y gestual, logrando que el espectador sienta ternura y fascinación. Michael Shannon encarna un antagonista implacable, mientras Octavia Spencer y Richard Jenkins aportan humanidad y calidez en los papeles secundarios.
Del Toro imprime su sello personal con una estética cuidada al detalle: tonos verdes y azules dominan la paleta, evocando un mundo acuático y onírico. La ambientación combina elementos de cuento de hadas con la crudeza del contexto histórico, logrando una fusión única entre realismo y fantasía. Cada encuadre parece una pintura cuidadosamente compuesta.
La música compuesta por Alexandre Desplat acompaña la historia con delicadeza y romanticismo. Sus melodías suaves y envolventes refuerzan el tono de fábula moderna, subrayando tanto la ternura de los encuentros como la tensión de los peligros que acechan.
La forma del agua (2017) fue aclamada por la crítica y galardonada con cuatro Premios Óscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Director. Con su combinación de belleza visual, interpretaciones memorables y un mensaje profundamente humano, la película se ha consolidado como un clásico contemporáneo que celebra el amor en todas sus formas.