
Dirigida por James Wan y escrita por Leigh Whannell, El juego del miedo (título original Saw) es una de las películas de terror más influyentes de los 2000. Protagonizada por Cary Elwes, Leigh Whannell, Danny Glover y con la inquietante presencia de Tobin Bell como Jigsaw, la cinta combina suspenso psicológico, giros narrativos impactantes y un enfoque visceral que la convirtió en un fenómeno cultural.
La historia comienza cuando dos hombres despiertan encadenados en un baño deteriorado, sin saber cómo llegaron allí. Pronto descubren que forman parte de un retorcido “juego” organizado por un asesino en serie conocido como Jigsaw, quien no mata directamente a sus víctimas, sino que las coloca en situaciones extremas que ponen a prueba su instinto de supervivencia. A través de pistas y flashbacks, se va revelando la macabra lógica detrás de cada trampa.
Cary Elwes y Leigh Whannell sostienen gran parte de la tensión con interpretaciones viscerales que transmiten desesperación y miedo. Tobin Bell, aunque aparece brevemente, deja una huella imborrable como Jigsaw, estableciendo un villano icónico sin necesidad de recurrir a la violencia directa.
Con un presupuesto reducido, James Wan logra crear un thriller tenso e inquietante mediante el uso de montaje acelerado, iluminación opresiva y una narrativa fragmentada que mantiene al espectador en constante incertidumbre. Las trampas, aunque menos elaboradas que en las secuelas, resultan efectivas por su crudeza y simplicidad.
La banda sonora compuesta por Charlie Clouser incluye el tema final “Hello Zepp”, que acompaña uno de los giros más memorables del cine de terror moderno. El uso del sonido es clave para aumentar el suspenso en cada momento crucial.
El juego del miedo (2004) no solo introdujo a uno de los villanos más originales del género, sino que también revitalizó el terror con un enfoque psicológico y narrativo que daría lugar a toda una saga. Con un clímax impactante y un estilo único, sigue siendo una referencia obligada en el cine de terror contemporáneo.