
Dirigida por Lee Tamahori, xXx 2: Estado de emergencia (título original: xXx: State of the Union) es la segunda entrega de la saga iniciada en 2002. Estrenada en 2005, esta secuela cambia de protagonista y de escenario, llevando la acción al corazón de Washington D.C. Con Ice Cube como nuevo héroe, la película apuesta por conspiraciones políticas, secuencias espectaculares y un tono más militarizado, manteniendo el espíritu exagerado de la franquicia.
La trama arranca con un ataque a las instalaciones secretas de la NSA, que deja a la organización vulnerable ante una amenaza interna. El agente Augustus Gibbons (Samuel L. Jackson) recluta a Darius Stone (Ice Cube), un exsoldado encarcelado por desobedecer órdenes corruptas, para detener un complot liderado por el Secretario de Defensa George Deckert (Willem Dafoe), quien planea un golpe de Estado contra el presidente de Estados Unidos. Stone debe infiltrarse en círculos militares y criminales para desbaratar el plan desde adentro.
Ice Cube aporta un estilo completamente distinto al de Vin Diesel: más sarcástico, desafiante y callejero, lo que le da un aire fresco a la franquicia. Samuel L. Jackson brilla nuevamente como Gibbons, manteniendo el nexo entre ambas películas. Willem Dafoe ofrece un villano sólido, mientras que Scott Speedman y Sunny Mabrey completan el elenco con roles secundarios en la trama política y de acción.
Lee Tamahori amplía la escala de la acción, con escenas que incluyen persecuciones sobre trenes, ataques al Pentágono y batallas con tanques en plena ciudad. La película mantiene un estilo videoclipero con montaje rápido y coreografías exageradas, aunque apuesta por un tono más “patriótico” y militar. El ritmo es constante, con secuencias diseñadas para entretener más que para profundizar en la historia.
La banda sonora combina hip hop y rock, reflejando la personalidad de Ice Cube y el cambio de enfoque respecto a la primera entrega. La música acompaña bien la acción y refuerza la estética urbana que caracteriza al nuevo protagonista.
xXx 2: Estado de emergencia (2005) se aleja del mundo extremo de Xander Cage para apostar por una historia de conspiración política y acción militarizada. Aunque no alcanzó el impacto de la original, ofrece entretenimiento directo, escenas espectaculares y un héroe con mucha actitud. Es un capítulo curioso dentro de la saga, recordado por su cambio radical de tono y protagonista.