
Dirigida por Louis Leterrier y protagonizada por Edward Norton, Hulk: El hombre increíble (The Incredible Hulk) fue la segunda película del naciente Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), estrenada en 2008. A diferencia de la versión de 2003, esta entrega apuesta por un tono más orientado a la acción y una conexión directa con el universo compartido que Marvel comenzaba a construir.
La historia retoma el caso del científico Bruce Banner (Norton), quien se esconde en Sudamérica tras un experimento fallido con radiación gamma que lo transformó en el increíble Hulk. Perseguido por el ejército estadounidense, liderado por el general Thaddeus “Thunderbolt” Ross (William Hurt), Banner intenta controlar su condición mientras busca una cura. Sin embargo, su pasado lo alcanza y lo obliga a enfrentar a un enemigo aún más peligroso.
El antagonista principal es Emil Blonsky (Tim Roth), un soldado que se somete a un tratamiento experimental para igualar el poder de Hulk, convirtiéndose en La Abominación. Esta rivalidad culmina en un enfrentamiento épico en las calles de Harlem, ofreciendo una de las batallas más espectaculares de la primera etapa del UCM.
Edward Norton aporta intensidad y vulnerabilidad al personaje de Banner, mostrando el conflicto interno entre su naturaleza pacífica y el monstruo que lleva dentro. Liv Tyler interpreta a Betty Ross, su aliada y conexión emocional, aportando un toque humano en medio del caos. El tono general es más sobrio y de thriller que en otras películas de superhéroes de la época.
La dirección de Leterrier pone énfasis en la acción física y el suspenso, con persecuciones, combates cuerpo a cuerpo y secuencias de transformación muy bien logradas para su tiempo. La combinación de efectos prácticos y digitales ayuda a dar peso y brutalidad al conflicto, destacando especialmente el clímax entre Hulk y Abominación.
Aunque a menudo se la recuerda como una entrega “aislada”, Hulk: El hombre increíble estableció bases importantes para el futuro del UCM, incluyendo la introducción de personajes y referencias que más tarde cobrarían relevancia. La escena post-créditos, con la aparición de Tony Stark (Robert Downey Jr.), conecta directamente con Iron Man y refuerza la idea de un universo compartido.
Hulk: El hombre increíble puede no ser la entrega más popular de Marvel, pero ofrece una historia sólida, un héroe atormentado y secuencias de acción contundentes que marcaron el camino para futuras películas. Con un enfoque más dramático y físico, es una pieza interesante dentro de la evolución del gigante esmeralda en la gran pantalla.