
Dirigida por Gabriel Riva Palacio Alatriste y Rodolfo Riva Palacio Alatriste, Otra película de huevos y un pollo es la secuela directa de la exitosa Una película de huevos (2006). Estrenada en 2009, esta segunda entrega retoma las aventuras de Toto y sus amigos, llevándolos a una travesía más grande, más loca y llena de humor, consolidando a Huevocartoon Producciones como un referente de la animación mexicana contemporánea.
Tras haber cumplido su sueño de convertirse en un gallo, Toto lleva una vida tranquila en la granja. Sin embargo, un inesperado suceso lo empuja a una nueva aventura: debe viajar hasta África para rescatar un tesoro legendario que podría salvar a su hogar. Acompañado por Willy, Huevo de Confeti y la inseparable Bibi, Toto emprende un viaje lleno de peligros, villanos y situaciones absurdas, en el que enfrentará sus miedos y reafirmará su valentía.
El grupo principal conserva el carisma que conquistó al público en la primera entrega: Toto sigue siendo el héroe determinado; Willy aporta su lealtad y humor; Huevo de Confeti mantiene su chispa cómica; y Bibi representa el corazón del equipo. A ellos se suman nuevos personajes que enriquecen la historia, incluyendo aliados inesperados y villanos extravagantes que elevan el tono aventurero de la trama.
La secuela presenta una mejora notable en la calidad de animación. Aunque sigue siendo 2D tradicional, Huevocartoon Producciones incorporó técnicas más pulidas, fondos detallados y una paleta de colores más viva. Las escenas ambientadas en África destacan por su creatividad visual y el dinamismo de las secuencias de acción, manteniendo siempre el estilo característico de la saga.
La banda sonora acompaña con energía cada momento, reforzando el tono de aventura y comedia. Al igual que en la primera película, el humor es clave: mezcla chistes visuales, referencias culturales mexicanas y situaciones disparatadas que logran entretener tanto a niños como adultos. Esta combinación de música y comedia mantiene el ritmo ágil y divertido de principio a fin.
Otra película de huevos y un pollo (2009) conserva el carisma, la creatividad y el humor que hicieron exitosa a la primera entrega, pero con un enfoque más ambicioso y aventurero. Su capacidad para entretener y conectar con el público la consolidó como una de las franquicias animadas más queridas de América Latina, demostrando que la animación mexicana podía crecer sin perder su identidad.