
Dirigida por Michael Nader, Peaje mortal (The Toll) es un thriller de terror psicológico con tintes sobrenaturales que se desarrolla casi en su totalidad durante una inquietante noche en medio de la carretera. Estrenada en 2020, la película combina elementos de terror rural, tensión psicológica y leyendas paranormales, ofreciendo una experiencia contenida pero eficaz.
La historia comienza cuando Cami (Jordan Hayes) toma un auto compartido conducido por Spencer (Max Topplin) para llegar a la casa de su padre en el campo. Lo que parece un simple trayecto nocturno se transforma en una pesadilla cuando se pierden en un camino rural aparentemente infinito. Pronto descubren que no están solos: una siniestra entidad conocida como The Toll Man les exige un “peaje” mortal para dejarlos salir con vida.
La película juega constantemente con la desconfianza entre Cami y Spencer. Ninguno de los dos se conoce realmente, y la situación extrema los obliga a decidir si pueden confiar el uno en el otro mientras la presencia sobrenatural los manipula. Jordan Hayes ofrece una interpretación intensa, transmitiendo miedo, vulnerabilidad y determinación, mientras Max Topplin añade ambigüedad y tensión con su comportamiento enigmático.
Peaje mortal destaca por su enfoque minimalista. Gran parte de la acción ocurre en espacios reducidos —un auto, un camino oscuro, un bosque cerrado—, lo que refuerza la sensación de encierro y paranoia. Michael Nader utiliza iluminación tenue, niebla espesa y silencios prolongados para construir un ambiente inquietante, donde cada sombra parece esconder algo.
La banda sonora se apoya en efectos ambientales, ruidos sutiles y crescendos sonoros para mantener la tensión. No hay abusos de sobresaltos fáciles; en su lugar, el sonido y el silencio se convierten en herramientas clave para generar miedo psicológico. Esto contribuye a que la experiencia sea más inmersiva y perturbadora.
Peaje mortal (2020) es una propuesta de terror sobria y atmosférica que apuesta por el suspenso psicológico y la ambigüedad. Con un ritmo controlado y una historia que mezcla lo sobrenatural con el miedo humano, logra mantener al espectador en constante alerta. Ideal para quienes disfrutan del terror nocturno, de carretera y con un enfoque más intimista.