
Dirigida por Alex Proyas, El cuervo (The Crow) es una película de acción, fantasía oscura y tintes góticos estrenada en 1994. Basada en el cómic de James O’Barr, la cinta se convirtió en un título de culto por su estética única, su historia de venganza sobrenatural y la trágica muerte de su protagonista, Brandon Lee, durante el rodaje.
La historia sigue a Eric Draven (Brandon Lee), un músico que es brutalmente asesinado junto a su prometida la noche antes de su boda. Un año después, Eric regresa de entre los muertos guiado por un cuervo místico, con el objetivo de vengarse de quienes arruinaron su vida. Dotado de habilidades sobrenaturales —como fuerza sobrehumana y regeneración—, comienza a cazar uno por uno a los responsables en una ciudad oscura y decadente.
Brandon Lee ofrece una actuación intensa y carismática, convirtiendo a Eric Draven en un ícono cinematográfico. Su interpretación combina tristeza, rabia y poesía, dejando una huella imborrable en el público. El elenco incluye a Ernie Hudson como el oficial Albrecht, Michael Wincott como el sádico Top Dollar, y una galería de villanos memorables que encarnan la podredumbre de la ciudad.
La estética visual es uno de los elementos más distintivos de la película. Con una paleta oscura, lluvia constante y escenarios urbanos decadentes, El cuervo logra una atmósfera cercana a un cómic en movimiento. La dirección de Alex Proyas mezcla acción y lirismo visual, creando un universo sombrío pero profundamente estilizado que influenciaría a muchas producciones posteriores.
La música juega un papel fundamental en la identidad del filme. Con bandas como The Cure, Nine Inch Nails y Stone Temple Pilots, la banda sonora captura a la perfección el espíritu oscuro y rebelde de los años 90. Además, la partitura compuesta por Graeme Revell aporta un tono melancólico y épico que acompaña el viaje de Eric Draven.
El cuervo (1994) es mucho más que una historia de venganza: es un poema visual sobre el amor, la muerte y la justicia. Su estética gótica, su banda sonora legendaria y la poderosa interpretación de Brandon Lee la convirtieron en una película de culto que sigue siendo recordada décadas después. Es un clásico oscuro que marcó a toda una generación.