
Dirigida por Jason Reitman, hijo del creador original Ivan Reitman, Ghostbusters: El legado (Ghostbusters: Afterlife) es una nostálgica y emotiva continuación de la saga que marcó a toda una generación. Más que una simple secuela, la película funciona como un puente entre el pasado y el presente, respetando el espíritu del original y dándole nueva vida a los míticos Cazafantasmas.
La historia sigue a Callie (Carrie Coon) y sus dos hijos, Trevor (Finn Wolfhard) y Phoebe (Mckenna Grace), quienes se mudan a una vieja granja heredada de su abuelo en un tranquilo pueblo de Oklahoma. Allí, Phoebe comienza a descubrir misteriosos artefactos y pistas que revelan la identidad de su abuelo: Egon Spengler, uno de los Cazafantasmas originales. Pero lo que parecía un nuevo comienzo pronto se transforma en una aventura sobrenatural cuando una fuerza antigua amenaza con regresar del más allá.
Mckenna Grace brilla como Phoebe, interpretando a una joven curiosa, brillante y con un encanto excéntrico que recuerda al espíritu científico de su abuelo. Paul Rudd aporta humor y carisma como el profesor Grooberson, mientras que Finn Wolfhard añade el toque juvenil y aventurero. La película también rinde homenaje al elenco original —Bill Murray, Dan Aykroyd, Ernie Hudson y el recordado Harold Ramis— con apariciones que emocionan a los fans sin sentirse forzadas.
Jason Reitman logra equilibrar la comedia sobrenatural con una historia familiar íntima. A diferencia de las anteriores entregas centradas en Nueva York, Ghostbusters: El legado adopta un tono más cálido y melancólico, explorando el significado de la herencia y la conexión entre generaciones. Los efectos visuales combinan lo práctico con lo digital, manteniendo el encanto clásico y la sensación de aventura ochentera.
La banda sonora recupera los temas icónicos de Elmer Bernstein, adaptados con delicadeza para acompañar esta nueva historia. Los sonidos del proton pack, el Ecto-1 y los fantasmas clásicos vuelven a generar emoción y familiaridad, recordando que la magia del cine también está en los detalles.
Ghostbusters: El legado (2021) es una carta de amor a los fans de la saga original y una bienvenida para las nuevas generaciones. Con humor, ternura y espectros inolvidables, logra mantener viva la chispa de los cazafantasmas mientras le da un sentido más humano y emocional. Una película que demuestra que el verdadero legado no son las trampas de fantasmas… sino las historias que seguimos contando.