
Dirigida por Emma de Swaef, Marc James Roels, Niki Lindroth von Bahr y Paloma Baeza, La casa (The House) es una producción de animación en stop-motion distribuida por Netflix. Esta antología surrealista se compone de tres historias distintas ambientadas en diferentes épocas, pero unidas por un mismo escenario: una misteriosa casa que parece tener vida propia. Más que una simple estructura, el hogar se convierte en un símbolo de ambición, pérdida y redención.
La primera historia sigue a una familia humilde que acepta una oferta tentadora para mudarse a una nueva casa construida por un excéntrico arquitecto. Sin embargo, lo que comienza como un sueño pronto se transforma en una pesadilla de control y obsesión.
En la segunda, un empresario inmobiliario intenta reformar la antigua mansión para venderla, pero los extraños acontecimientos lo empujan al límite de la cordura.
Finalmente, en la tercera parte, una mujer lucha por mantener la casa a flote mientras la inundación amenaza con destruirlo todo, en una metáfora sobre el cambio, la aceptación y la necesidad de soltar el pasado.
La animación de La casa es una obra artesanal de precisión y detalle. Cada movimiento, textura y encuadre transmite una atmósfera entre lo inquietante y lo poético. La combinación de escenarios góticos, luces suaves y tonos apagados crea un ambiente hipnótico que atrapa al espectador desde el primer momento. Es un ejemplo perfecto de cómo el stop-motion puede trascender el género infantil y convertirse en un medio expresivo para explorar emociones adultas y existenciales.
El elenco de voces —que en su versión original incluye a Matthew Goode, Helena Bonham Carter y Paul Kaye— aporta profundidad y melancolía a los personajes. A través de sus interpretaciones, los directores logran un equilibrio entre lo grotesco y lo sensible, haciendo que cada historia se sienta íntima, incluso dentro de lo fantástico.
A lo largo de sus tres relatos, la película reflexiona sobre la codicia, la pérdida del propósito y la búsqueda de redención. La casa cambia de manos, de forma y de significado, pero siempre conserva una presencia inquietante. Es testigo del paso del tiempo y de las obsesiones humanas, funcionando como un espejo que revela los miedos y deseos más profundos de quienes la habitan.
La casa (2022) es una experiencia visual y emocional que combina el arte del stop-motion con una narrativa simbólica y madura. Con su tono oscuro, su estética artesanal y su mirada introspectiva sobre la naturaleza humana, se consolida como una de las producciones animadas más originales y provocadoras de los últimos años. Una obra que demuestra que las casas no solo guardan recuerdos… también los devoran.