
Dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Russell Crowe, Robin Hood (2010) ofrece una mirada más realista y cruda a los inicios del mítico forajido de Sherwood. Lejos del tono romántico y ligero de versiones anteriores, esta interpretación se centra en el contexto histórico y político que dio forma al héroe, mostrando cómo un hombre común se convirtió en símbolo de justicia y resistencia.
La historia comienza con Robin Longstride (Russell Crowe), un arquero del ejército del rey Ricardo Corazón de León que, tras la muerte del monarca, regresa a Inglaterra buscando una nueva vida. Al asumir la identidad de un caballero caído, Robin llega a Nottingham, donde descubre la opresión del pueblo bajo los impuestos del corrupto príncipe Juan. Allí conoce a Lady Marian (Cate Blanchett), una mujer fuerte y decidida que lo inspira a luchar contra la injusticia. Lo que sigue es el nacimiento de la leyenda: el hombre que roba a los ricos para darle a los pobres.
Russell Crowe interpreta a un Robin más maduro y realista, alejado del arquetipo romántico y más cercano a un líder de guerra. Su presencia imponente y su mirada determinada encarnan perfectamente la figura del héroe que se levanta contra la tiranía. Cate Blanchett aporta elegancia y fuerza como Lady Marian, mientras Mark Strong brilla como el villano Godfrey, símbolo de la traición y la ambición. El elenco se completa con William Hurt, Max von Sydow y Oscar Isaac, este último destacando como un joven y arrogante príncipe Juan.
Ridley Scott aplica su maestría visual para construir un relato épico y creíble. La recreación de la Inglaterra medieval es impresionante: campos de batalla, castillos y aldeas cobran vida con detalle y autenticidad. Las secuencias de acción, especialmente las batallas finales, están coreografiadas con precisión y energía. La fotografía de John Mathieson y la música de Marc Streitenfeld refuerzan el tono heroico y melancólico de la historia, mientras la dirección mantiene un equilibrio entre drama histórico y aventura clásica.
Esta versión de Robin Hood no es solo un relato de aventuras, sino una reflexión sobre el liderazgo y el nacimiento de la libertad. Robin se convierte en un símbolo del pueblo, un hombre que lucha no por gloria, sino por un ideal. La película muestra el origen del mito, antes de que el héroe se convirtiera en leyenda, explorando los sacrificios y convicciones que lo llevaron a enfrentarse al poder.
Estrenada en 2010, Robin Hood combina acción, historia y drama con el sello inconfundible de Ridley Scott. Aunque más sobria que otras versiones, su enfoque realista y su narrativa de construcción de identidad la convierten en una obra poderosa y emocional. Una película que nos recuerda que los verdaderos héroes no nacen… se forjan en la lucha por la justicia.