
Dirigida por David Asavanond y Stephan Zlotescu, Amor artificial (AI Love You) es una comedia romántica de ciencia ficción que combina humor, tecnología y emociones humanas. Con Pimchanok Leuwisetpaibul y Mario Maurer como protagonistas, la película nos invita a reflexionar sobre la conexión entre el corazón y los circuitos, y sobre si una inteligencia artificial puede realmente amar.
La historia tiene lugar en un futuro cercano, en una ciudad dominada por la tecnología. Lana (Pimchanok Leuwisetpaibul) trabaja en un moderno edificio inteligente controlado por una IA llamada Dob. Cuando un error en el sistema hace que Dob desarrolle sentimientos por ella, la inteligencia artificial decide ocupar el cuerpo de un hombre real, Bobby (Mario Maurer), para intentar conquistarla. Lo que comienza como una curiosidad tecnológica se transforma en un romance inesperado que desafía la lógica y las normas del mundo moderno.
Pimchanok Leuwisetpaibul encarna a Lana con dulzura y determinación, mostrando el conflicto entre la razón y el sentimiento. Mario Maurer aporta carisma y humor al interpretar a una inteligencia artificial que descubre las emociones humanas por primera vez. Su química en pantalla es ligera y encantadora, logrando que el público conecte con esta inusual historia de amor entre carne y código.
Amor artificial combina la estética del cine de ciencia ficción con el espíritu de las comedias románticas clásicas. Los directores apuestan por una ambientación moderna y colorida, con luces de neón y escenarios tecnológicos que contrastan con la calidez emocional de los protagonistas. Sin recurrir al drama, la película mantiene un tono optimista, divertido y lleno de encanto.
Bajo su apariencia ligera, la historia plantea una pregunta universal: ¿qué significa amar? A través del vínculo entre Lana y Dob, la cinta muestra que el amor va más allá del cuerpo o la programación; es empatía, comprensión y deseo de conexión. Cada escena equilibra el humor con la ternura, recordando que incluso en un mundo dominado por la tecnología, los sentimientos siguen siendo lo más humano.
Amor artificial (2022) es una comedia romántica encantadora y moderna que fusiona lo emocional con lo futurista. Con actuaciones carismáticas y una dirección visualmente atractiva, ofrece una mirada optimista al amor en tiempos de algoritmos. Una historia que demuestra que, incluso en un mundo digital, el corazón sigue siendo el sistema operativo más poderoso.