
Cuando el rey Harold muere (convertido en rana, por cierto), Shrek se convierte en el heredero al trono de Muy Muy Lejano. Pero ser rey no está en sus planes… él solo quiere volver a su pantano con Fiona. La única solución: encontrar al siguiente en la línea sucesoria, Artie, un adolescente torpe y algo inseguro que estudia en una escuela secundaria mágica.
Mientras Shrek, Burro y el Gato con Botas salen en busca de Artie, el Príncipe Encantador arma su propia rebelión con un ejército de villanos de cuentos. Y para complicarlo todo, Fiona tiene una noticia bomba: Shrek será papá. Así que entre tronos, espadas y dragones, nuestro ogro favorito también deberá enfrentarse a uno de sus mayores miedos: la paternidad.
Dirigida por Chris Miller, Shrek Tercero mantiene el tono sarcástico de la saga, con nuevos escenarios y una avalancha de personajes secundarios de cuentos. Aunque con menos fuerza emocional que las anteriores, la película sigue siendo divertida y creativa, con momentos memorables y reflexivos sobre el cambio, la responsabilidad y el legado.
La música mezcla rock, pop y humor, acompañando las batallas, las travesuras en la escuela mágica y los momentos emotivos. Destacan las escenas con Artie y los estudiantes mágicos, que aportan frescura y caos adolescente al cuento.
Shrek Tercero es una historia sobre aceptar el cambio, dejar atrás los miedos y prepararse para lo inesperado. Una comedia con corazón, que nos recuerda que no hay manual para ser rey, padre… o simplemente uno mismo.