
Dirigida por Peyton Reed, Viviendo con mi ex (título original: The Break-Up) es una comedia romántica con tintes de drama protagonizada por Jennifer Aniston y Vince Vaughn. La película aborda con ironía y realismo lo que sucede cuando una relación llega a su fin… pero ninguna de las dos partes quiere dejar el apartamento.
La historia sigue a Brooke (Jennifer Aniston) y Gary (Vince Vaughn), una pareja que, tras años de convivencia, decide terminar su relación. Sin embargo, ninguno está dispuesto a ceder el lujoso departamento que comparten en Chicago. Lo que comienza como una ruptura amistosa se transforma en una batalla silenciosa (y a veces no tanto), donde ambos intentan hacer la vida del otro lo más incómoda posible sin abandonar su hogar.
Jennifer Aniston ofrece una interpretación llena de matices, combinando vulnerabilidad con una firmeza emocional que conecta fácilmente con el espectador. Vince Vaughn aporta su característico humor sarcástico y energía caótica, logrando una dinámica que mezcla el dolor real con situaciones hilarantes. La tensión romántica entre ambos nunca desaparece, lo que convierte cada discusión en un duelo emocional con toques de comedia.
A diferencia de las comedias románticas tradicionales, Viviendo con mi ex evita idealizar la reconciliación y se centra en los detalles cotidianos que desgastan una relación. El director Peyton Reed presenta la historia con una mirada más madura y un tono realista, mostrando lo difícil que es aceptar el final de una historia de amor. El departamento compartido se convierte en un campo de batalla emocional y simbólico donde ambos deben decidir qué quieren realmente.
La banda sonora refuerza el tono emocional de la película, alternando entre temas melancólicos y piezas alegres que reflejan los cambios de humor de los protagonistas. Canciones como “Love Will Keep Us Together” funcionan como contrapunto irónico en una historia donde el amor parece haberse ido… pero no del todo.
Viviendo con mi ex (2006) —The Break-Up— ofrece una historia divertida, incómoda y sorprendentemente realista sobre el fin de una relación. Con momentos de humor, tristeza y reflexión, muestra que a veces dejar ir es más difícil que enamorarse. Una película que mezcla risas con verdades incómodas sobre el amor, el orgullo y la convivencia moderna.