
Dirigida por Francis Ford Coppola, El padrino: Parte III (título original: The Godfather: Part III) cierra la legendaria trilogía iniciada en 1972. Más introspectiva y melancólica que sus predecesoras, esta entrega muestra a un Michael Corleone envejecido y atormentado por los pecados de su pasado. Aunque recibió críticas divididas en su estreno, con el paso del tiempo se ha reevaluado como un epílogo digno y trágico para una de las sagas más influyentes del cine.
Ambientada a finales de los años 70, la historia sigue a Michael Corleone (Al Pacino), quien intenta legitimar los negocios de la familia Corleone mediante inversiones en la Iglesia Católica. Sin embargo, su búsqueda de redención se ve ensombrecida por la corrupción, la traición y el peso de sus propias decisiones pasadas. La llegada de Vincent Mancini (Andy García), hijo ilegítimo de Sonny Corleone, introduce una nueva generación en la familia: impetuosa, violenta y ambiciosa. Mientras tanto, Michael se enfrenta a sus demonios internos y al inevitable colapso del imperio que tanto se esforzó por mantener.
Al Pacino ofrece una interpretación madura y profundamente humana, mostrando a un Michael debilitado física y emocionalmente, que lucha por el perdón y la paz. Andy García aporta energía y pasión al papel de Vincent, capturando la esencia de los Corleone con su mezcla de furia y lealtad. Diane Keaton regresa como Kay, ahora más distante pero aún un reflejo de la humanidad perdida de Michael. Talia Shire brilla como Connie, cuya evolución la convierte en una figura más dura y calculadora. Sofia Coppola, en el papel de Mary, hija de Michael, representa la inocencia sacrificada en un mundo dominado por la culpa y el poder.
Francis Ford Coppola dota a la película de una atmósfera elegíaca. La fotografía de Gordon Willis vuelve a jugar con la luz y la sombra, pero esta vez con una paleta más dorada y otoñal, reflejando el ocaso de los Corleone. La dirección equilibra el drama familiar con la conspiración política, culminando en una secuencia final en la Ópera de Palermo que es tanto una catarsis emocional como una tragedia griega moderna.
La música de Carmine Coppola retoma los temas clásicos de Nino Rota y añade nuevas composiciones impregnadas de melancolía. El “Intermezzo” final y la melodía que acompaña la muerte de Mary se han convertido en símbolos de la tristeza y el arrepentimiento que definen la última etapa de Michael Corleone.
El padrino: Parte III (1990) —The Godfather: Part III— es una conclusión amarga, pero profundamente humana, a la historia de los Corleone. Francis Ford Coppola transforma el mito del poder en una reflexión sobre la culpa, el paso del tiempo y la imposibilidad de escapar del destino. Aunque menos violenta y más contemplativa, su fuerza radica en la emoción y en el cierre de un ciclo donde la redención nunca llega del todo. Una despedida elegíaca para un hombre que lo tuvo todo… y lo perdió todo.