
Dirigida por Sofia Coppola y estrenada con el título original Priscilla, esta película de 2023 adapta las memorias Elvis and Me escritas por Priscilla Presley. A diferencia de las biografías centradas en la figura de Elvis, esta versión narra la historia desde la perspectiva íntima de Priscilla Beaulieu, explorando su adolescencia, su relación con el ícono musical y la compleja transición de joven enamorada a mujer en busca de identidad propia.
La película inicia cuando Priscilla, aún adolescente, conoce a Elvis mientras su familia reside en Alemania por motivos militares. Fascinada por su carisma, entra en un mundo lleno de lujos, mansiones, fama y control mediático. Sin embargo, el relato revela el costo emocional de vivir bajo la sombra de una figura pública, mostrando la relación desde un ángulo íntimo, vulnerable y muchas veces desigual.
Más que un romance musical, la película explora temas como la pérdida de autonomía, el aislamiento emocional y la lucha por madurar dentro de una relación marcada por la fama. Coppola retrata cómo Priscilla pasa de la idealización adolescente a la toma de conciencia, mostrando su evolución con sensibilidad, silencios significativos y un enfoque introspectivo característico de la directora.
Cailee Spaeny interpreta a Priscilla con sutileza y contención, transmitiendo fragilidad y fuerza a medida que el personaje crece. Jacob Elordi ofrece una versión de Elvis menos espectacular y más humana, enfocada en su relación fuera del escenario: encantador, distante, posesivo y emocionalmente inestable. La dinámica entre ambos evita caricaturas y apuesta por un retrato psicológico más realista.
La dirección se apoya en luces suaves, planos contemplativos y una estética onírica centrada en la subjetividad de Priscilla. Vestuarios, maquillaje y escenografía recrean la época con precisión sin convertir la película en un simple homenaje visual. Coppola prioriza la atmósfera emocional sobre la recreación histórica, logrando una narrativa elegante, sutil y melancólica.
A diferencia de otras obras sobre Elvis, la película no se apoya en sus grandes éxitos para construir la historia, sino en una selección musical más íntima y atmosférica que refleja el mundo interior de Priscilla. Esto refuerza el enfoque autoral y permite que la cinta mantenga distancia crítica del mito cultural del músico.
Priscilla ofrece una visión más humana y compleja del universo Presley al dar voz a quien vivió la historia desde la intimidad. Con sensibilidad, elegancia y un enfoque emocional profundo, la película se convierte en una pieza clave para entender el impacto personal de las relaciones asimétricas en el contexto de la fama y el culto a las celebridades.