
Dirigida por Jon M. Chu y estrenada en 2024 con el título original Wicked, esta adaptación del reconocido musical narra la historia previa a los acontecimientos de El mago de Oz, enfocándose en la compleja relación entre Elphaba y Glinda. Con Cynthia Erivo como la joven de piel verde marcada por la incomprensión, y Ariana Grande como la brillante y carismática bruja buena, la película explora la fuerza de la amistad, el dolor de la diferencia y la manipulación del poder en un mundo que juzga antes de entender. El filme combina grandes números musicales con una narrativa íntima que revela los matices olvidados del famoso cuento.
La historia se desarrolla en una tierra de colores intensos, criaturas extraordinarias y estructuras que mezclan fantasía con elegancia. Oz brilla con una belleza que contrasta con su trasfondo político y social, donde la apariencia define el valor de las personas. Chu recrea un universo visualmente impactante, lleno de luces, espejos y escenarios que se transforman con cada canción. Sin embargo, bajo ese esplendor se oculta una sociedad temerosa de lo diferente, que convierte a Elphaba en blanco de rechazo incluso antes de que pueda mostrar quién es realmente.
La relación entre las protagonistas es el corazón emocional de la película. Elphaba, interpretada con fuerza y vulnerabilidad por Cynthia Erivo, carga con el estigma de su apariencia, pero también con una poderosa inteligencia y un sentido profundo de justicia. Glinda, a cargo de Ariana Grande, es luminosa, popular y atrapada en las expectativas de quienes la rodean. Ambas comienzan como rivales, pero el tiempo revela una amistad marcada por la admiración, el cariño y la inevitable divergencia de sus caminos. Su vínculo es tan honesto que convierte cada escena compartida en un reflejo de lo que significa elegir quién queremos ser.
El ascenso del Mago y su gobierno despiertan tensiones que obligan a Elphaba a confrontar mentiras que sostienen el orden de Oz. Su deseo de cambiar las cosas la enfrenta al sistema, mientras Glinda debe decidir si seguirá el camino cómodo o escuchará su conciencia. Las decisiones de ambas desencadenan traiciones, revelaciones y momentos que redefinen sus destinos. El conflicto muestra cómo la verdad puede volverse peligrosa en un mundo que prefiere las apariencias a la justicia.
Jon M. Chu potencia los iconos visuales del musical: coreografías que fluyen como magia, colores intensos que acompañan cada emoción y números musicales que expanden el mundo interior de los personajes. La voz de Erivo brilla con fuerza y dolor, mientras Grande aporta ligereza y dulzura. La cinematografía combina escalas monumentales con planos íntimos que revelan dudas, heridas y esperanzas. Es una producción que respeta el espíritu de Broadway, al tiempo que agrega una sensibilidad cinematográfica fresca.
El desenlace retoma la historia conocida de Oz desde una perspectiva nueva, mostrando cómo la línea entre heroína y villana depende del punto de vista. Elphaba encuentra su propio camino lejos del juicio público, mientras Glinda acepta el peso de la verdad y del liderazgo. Wicked concluye con emoción, melancolía y una celebración de la valentía de ser uno mismo, recordando que incluso en mundos de fantasía, las decisiones honestas pueden cambiarlo todo.