
Dirigida por Jacques Audiard y estrenada en 2024 con el título original Emilia Pérez, esta película mezcla drama, comedia negra y musical para contar la historia de un temido líder criminal que decide abandonar su vida de violencia y renacer como la mujer que siempre quiso ser. Protagonizada por Karla Sofía Gascón, acompañada por Zoe Saldaña, Selena Gomez y Édgar Ramírez, la cinta explora temas de identidad, culpa, renacimiento y segundas oportunidades en un relato emocionalmente potente y visualmente vibrante. Audiard crea una obra única que respira sensibilidad, atrevimiento y una profunda humanidad.
La película se desarrolla en una ciudad bulliciosa donde la música, la fe, el peligro y la esperanza conviven en un mismo espacio. Calles llenas de vida, templos iluminados, barrios humildes y oficinas judiciales saturadas crean un ambiente que mezcla ritmo, tensión y belleza. Audiard utiliza colores intensos, murales, luces cálidas y elementos culturales para construir un retrato de México que, sin caer en estereotipos, abraza la diversidad emocional de su gente. El entorno se convierte en un escenario que potencia los conflictos internos de los personajes.
Karla Sofía Gascón encarna a Emilia con una intensidad que alterna dolor, ternura y determinación. Su interpretación es el eje emocional de la película: una persona que decide romper con un pasado sangriento para convertirse en quien siempre fue en su interior. Zoe Saldaña interpreta a Rita, la abogada inteligente y conflictuada que la ayuda en su transición y se ve atrapada entre admiración, miedo y empatía. Selena Gomez, en un papel contenido y profundamente sensible, aporta calidez y vulnerabilidad. Sus interacciones construyen una historia donde cada personaje evoluciona a través del amor propio, la desesperación y la búsqueda de perdón.
La tensión surge cuando Emilia intenta desaparecer completamente de su vida criminal mientras su antiguo mundo se desmorona detrás de ella. Viejas alianzas, enemigos silenciosos y heridas familiares amenazan con destruir la nueva vida que está construyendo. Rita, por su parte, debe enfrentar la corrupción del sistema y las repercusiones de ayudar a alguien que todos creían irredimible. La película muestra que la transformación, por más auténtica que sea, nunca está libre de consecuencias, especialmente cuando el pasado se resiste a morir.
Audiard incorpora canciones que mezclan ritmos latinos, pop y sonoridades teatrales para dar voz a emociones que las palabras no pueden contener. Los números musicales no funcionan como adornos, sino como ventanas al interior de los personajes. Los movimientos coreográficos, los colores extravagantes y la dirección visual generan una experiencia sensorial que acompaña los dilemas de Emilia, Rita y los demás. La música se convierte en un puente entre dolor y esperanza, mostrando que incluso los momentos más oscuros pueden iluminarse con una melodía.
El desenlace ofrece un cierre profundamente emocional donde Emilia enfrenta las consecuencias de su pasado mientras defiende su derecho a una vida auténtica. La película culmina con una mezcla de alegría, tristeza y liberación, dejando un mensaje claro: la identidad no se obtiene, se conquista. Emilia Pérez cierra como un canto a la valentía de transformarse, incluso cuando el mundo insiste en recordarnos quiénes fuimos.