
En un universo alterno donde cada persona tiene un daimonion —una criatura animal que representa su alma—, Lyra Belacqua, una niña huérfana de espíritu libre, descubre un misterioso dispositivo: la brújula dorada, capaz de revelar la verdad. Cuando su mejor amigo desaparece, Lyra se embarca en una peligrosa misión que la llevará más allá de su mundo… y de lo que creía posible.
A medida que viaja hacia el ártico, Lyra se encuentra con aliados tan inesperados como poderosos: una tribu de brujas sabias, un aeronauta aventurero y Iorek Byrnison, un oso guerrero exiliado. Juntos, enfrentarán al temido Magisterio, una institución que controla con puño de hierro el pensamiento y busca eliminar el “polvo”, una sustancia ligada al libre albedrío y la conciencia.
Basada en la novela de Philip Pullman, y dirigida por Chris Weitz, la película ofrece una estética deslumbrante y un universo rico en símbolos. Aunque suaviza algunos elementos de crítica religiosa del libro, mantiene la esencia: una batalla entre el pensamiento libre y la opresión disfrazada de orden. Nicole Kidman encarna con frialdad fascinante a la elegante y peligrosa Sra. Coulter, mientras Daniel Craig da vida al enigmático Lord Asriel.
Lyra no es una heroína convencional. No tiene poderes mágicos, pero su inteligencia, valentía y rebeldía la convierten en la mayor amenaza para un sistema que no tolera preguntas. Su brújula no apunta al norte… apunta a la verdad, incluso cuando esa verdad duele. Y detrás de cada nieve y cada traición, se esconde una elección: seguir obedeciendo… o atreverse a cambiar el destino.
La brújula dorada es una historia sobre curiosidad, identidad y el valor de pensar por uno mismo. Ideal para quienes buscan una aventura con profundidad, criaturas asombrosas, y una protagonista que desafía al poder con solo su voz… y una brújula que nunca miente.