
En plena Segunda Guerra Mundial, Isabel Green intenta criar sola a sus tres hijos en una granja mientras su esposo está en el frente. Las deudas se acumulan, los nervios se tensan… y para colmo, llegan dos primos de ciudad mimados y revoltosos. La casa se convierte en un campo de batalla doméstico. Hasta que aparece Nanny McPhee, con verrugas, bastón… y un nuevo repertorio de encantamientos listos para poner orden.
Con su estilo peculiar, Nanny McPhee enseña cinco nuevas lecciones: compartir, colaborar, tener fe, ser valiente y —la más difícil— saber soltar. Y todo mientras enfrenta animales que hacen acrobacias, niños que se pelean por todo, y adultos al borde del colapso. Pero como siempre, la magia no lo resuelve todo… solo abre el camino.
Dirigida por Susanna White y escrita por Emma Thompson (quien vuelve como la inolvidable niñera mágica), esta secuela amplía el universo de McPhee con un tono más cálido, más rural y más emotivo. Los efectos visuales son juguetones y el humor conserva su elegancia británica, pero esta vez con una sensibilidad aún más familiar.
Nanny McPhee vuelve justo cuando se la necesita… y se va cuando ya no hace falta. Su presencia, aunque misteriosa, ayuda a que niños y adultos descubran el poder de crecer juntos, incluso en tiempos difíciles. La guerra es una amenaza constante, pero lo que se defiende aquí no son banderas, sino la esencia de lo que hace a una familia fuerte.
El regreso de la nana mágica es una historia sobre resiliencia, cooperación y amor cotidiano, envuelta en una capa de humor encantador y toques de fantasía. Ideal para quienes creen que la ternura y la firmeza pueden ir de la mano, y que, a veces, el verdadero milagro es aprender a vivir en paz con quienes te rodean.