
Mo Folchart tiene un don extraordinario: puede hacer que los personajes de los libros cobren vida al leer en voz alta. Pero ese poder tiene un precio. Años atrás, trajo accidentalmente al villano Capricornio al mundo real, y en el proceso, perdió a su esposa entre las páginas de un libro mágico llamado Corazón de tinta. Ahora, junto a su hija Meggie, Mo emprende una aventura para encontrar el libro original y rescatar lo que el destino le arrebató.
La historia se mueve entre el mundo real y el universo literario, con personajes que cruzan entre ambos planos. Hay princesas de fuego, ladrones encantadores y criaturas que nunca deberían haber escapado del papel. Pero también hay preguntas profundas: ¿quién controla una historia cuando ésta cobra vida? ¿Y qué ocurre cuando la ficción se niega a ser contenida?
Dirigida por Iain Softley y basada en la novela de Cornelia Funke, Corazón de tinta mezcla elementos de cuento clásico con una estética visual cargada de encanto y misterio. Aunque orientada a un público joven, toca temas universales como el poder de la narración, el amor familiar y el valor de la imaginación. Brendan Fraser interpreta con ternura a un padre atrapado entre mundos.
La banda sonora acompaña el tono dual de la película: tanto las escenas mágicas como las más sombrías están envueltas en melodías evocadoras. Los paisajes, castillos y bibliotecas polvorientas crean una atmósfera que rinde homenaje a los lectores empedernidos. Aquí, los libros no son solo objetos: son portales, refugios y armas.
Corazón de tinta es una carta de amor a la literatura, a los que inventan mundos y a los que se pierden en ellos. Aunque con toques oscuros, transmite un mensaje esperanzador: las historias tienen poder, y quienes las cuentan también. Ideal para amantes de la fantasía y para quienes saben que, dentro de cada página, hay un universo esperando ser liberado.