
Dirigida por Kevin Allen, Agente Cody Banks 2: Destino Londres (Agent Cody Banks 2: Destination London) es la secuela de la exitosa comedia de acción juvenil de 2003. Estrenada en 2004, esta entrega lleva las aventuras del joven espía a un escenario internacional, con una trama que mezcla espionaje, comedia y música en un estilo ligero y dinámico ideal para el público adolescente.
Tras los eventos de la primera película, Cody Banks (Frankie Muniz) es enviado a Londres para infiltrarse en una academia de música que sirve como fachada para una operación criminal. Su misión consiste en detener a un exagente de la CIA que ha robado un dispositivo de control mental con el objetivo de manipular a líderes mundiales. Haciéndose pasar por estudiante, Cody deberá adaptarse a un nuevo entorno, trabajar con agentes británicos y evitar que el plan se concrete.
Frankie Muniz regresa con su característico carisma juvenil, llevando al personaje a situaciones aún más disparatadas. Anthony Anderson se une como Derek, un agente algo torpe que sirve de compañero cómico, aportando una dinámica divertida a la historia. También destacan Hannah Spearritt como Emily, una joven espía británica que colabora con Cody, y Keith Allen como el villano Victor Díaz. El reparto equilibra bien acción y comedia, manteniendo un tono ligero.
La ambientación londinense le da a la película un aire distinto respecto a la primera parte. Los escenarios incluyen academias elegantes, calles históricas y monumentos icónicos, que sirven como telón de fondo para persecuciones y enfrentamientos llenos de gadgets. Las escenas de acción mantienen el estilo juvenil, con gadgets creativos y secuencias coreografiadas para entretener sin caer en excesiva violencia.
La música juega un papel importante en esta secuela, ya que gran parte de la trama gira en torno a la academia de música. La banda sonora combina pop adolescente de la época con temas orquestales ligeros para las escenas de espionaje, manteniendo un tono divertido y energético durante toda la película.
Agente Cody Banks 2: Destino Londres (2004) mantiene el espíritu aventurero de la primera película, pero añade nuevos escenarios, más humor y situaciones extravagantes. Aunque menos fresca que su predecesora, es una secuela entretenida que entrega acción juvenil y comedia ligera en un contexto internacional.