
Mientras sigue a un apresurado Conejo Blanco con reloj de bolsillo, la curiosa y soñadora Alicia cae por un agujero que la lleva a un mundo completamente al revés: el misterioso y encantador País de las Maravillas. Allí, las reglas de la lógica se desvanecen, y todo es posible. Desde flores que cantan hasta gatos que desaparecen, Alicia tendrá que enfrentarse a lo absurdo para poder regresar a casa.
A lo largo de su viaje, Alicia conoce a una galería de personajes inolvidables: el Sombrerero Loco y su fiesta de té sin fin, la Oruga filosófica, los gemelos Tweedledee y Tweedledum, y el Gato de Cheshire, cuya sonrisa desconcertante es tan famosa como sus acertijos. Cada encuentro es un nuevo reto, una nueva risa… o una nueva confusión.
A medida que se adentra en este mundo caótico, Alicia llega al castillo de la temperamental Reina de Corazones, cuya solución a todo es un temible «¡Qué le corten la cabeza!». Pero en medio del caos y la amenaza, Alicia empieza a entender que todo es parte de un sueño… o quizás algo más.
Inspirada libremente en la obra de Lewis Carroll, la versión de Disney se destaca por su colorido surrealista, sus diseños psicodélicos y su ritmo onírico. Aunque no fue un éxito inmediato, con el tiempo se convirtió en una obra de culto, celebrada por su creatividad visual y su espíritu rebelde.
Alicia en el País de las Maravillas es más que un cuento para niños: es una invitación a cuestionar lo establecido, a abrazar lo diferente y a disfrutar del sinsentido. Un clásico que, con cada nueva generación, renueva su hechizo de maravilla.