
Dirigida por Jean-Pierre Jeunet, Alien: Resurrección (título original: Alien: Resurrection) es la cuarta entrega de la icónica saga iniciada en 1979. Estrenada en 1997, la película presenta un enfoque visual y narrativo distinto, combinando el horror biotecnológico con un tono más estilizado y extraño. Protagonizada por Sigourney Weaver en un papel reinventado, esta entrega mezcla ciencia ficción, acción y experimentación genética para continuar la historia de Ripley en un nuevo contexto.
La historia se sitúa 200 años después de los eventos de Alien 3. A través de la clonación, científicos militares logran traer de vuelta a Ellen Ripley (Sigourney Weaver), no solo para revivirla, sino para extraer de su cuerpo a la Reina Alien que llevaba dentro. Sin embargo, la clonación la ha alterado: ahora posee habilidades sobrehumanas y un vínculo genético con los xenomorfos. Cuando la criatura escapa en una nave espacial llena de soldados y mercenarios, Ripley deberá decidir de qué lado está, mientras la amenaza alienígena evoluciona en formas inesperadas.
Sigourney Weaver ofrece una versión distinta y más ambigua de Ripley, combinando fuerza con un aire casi alienígena. Winona Ryder interpreta a Call, una androide con una misión secreta que aporta humanidad y compasión. El elenco incluye a Ron Perlman, Michael Wincott y Dominique Pinon, quienes aportan un tono peculiar, cercano al estilo visual del director francés. Aunque los personajes tienen menos profundidad que en entregas anteriores, destacan por su dinamismo y carisma.
Jean-Pierre Jeunet imprime su estilo visual único, caracterizado por composiciones simétricas, iluminación verde-amarillenta y una mezcla entre grotesco y poético. La película adopta un tono más exagerado y casi cómico en algunas escenas, contrastando con el terror puro de las primeras entregas. Aun así, mantiene secuencias de acción bien logradas y un ritmo que alterna tensión y espectáculo visual.
La banda sonora compuesta por John Frizzell utiliza cuerdas tensas y efectos sonoros poco convencionales para acentuar la sensación de rareza y mutación constante. La música acompaña bien el estilo visual y narrativo más extravagante de esta entrega.
Alien: Resurrección (1997) es una entrega divisiva que se aleja del tono de las anteriores para experimentar con nuevas ideas visuales y narrativas. Aunque no alcanza la maestría de las dos primeras películas, ofrece un enfoque único, momentos memorables y una versión diferente de Ripley que aporta frescura a la saga. Un capítulo extraño pero intrigante en la historia de Alien.