
Dirigida por Kenneth Branagh, Artemis Fowl: El mundo subterráneo (Artemis Fowl) es una adaptación de la famosa saga literaria de Eoin Colfer. La historia sigue a Artemis Fowl II (Ferdia Shaw), un niño prodigio que, tras la desaparición de su padre, descubre la existencia de un universo secreto habitado por hadas, trolls y criaturas mágicas ocultas bajo la Tierra.
Convencido de que las hadas tienen la clave para encontrar a su padre, Artemis decide secuestrar a la capitana Holly Short (Lara McDonnell), miembro de la policía subterránea. Lo que comienza como un plan calculado pronto se transforma en una batalla entre la astucia del joven genio y el poder de un mundo mágico que no está dispuesto a ser descubierto.
Ferdia Shaw debuta como Artemis, aportando inteligencia y frialdad al personaje. Lara McDonnell interpreta a Holly con valentía y carisma, mientras que Josh Gad y Judi Dench destacan en papeles secundarios que aportan humor y solemnidad. El reparto combina rostros jóvenes con actores de renombre.
La película apuesta por un despliegue visual cargado de CGI para dar vida a criaturas mágicas, escenarios subterráneos y batallas espectaculares. Aunque visualmente llamativa, la historia simplifica mucho la complejidad de las novelas originales, lo que dividió a los fans.
La música acompaña con un tono aventurero y mágico, reforzando las escenas de acción y exploración. Su estilo orquestal busca resaltar la épica de este enfrentamiento entre mundos.
Artemis Fowl: El mundo subterráneo fue uno de los estrenos más esperados de Disney+, pero terminó dividiendo a crítica y público. Para algunos, es una aventura entretenida y visualmente atractiva; para otros, una oportunidad desaprovechada que no logró capturar la esencia de los libros. Aun así, se mantiene como una curiosidad dentro del cine de fantasía juvenil.