
Dirigida por Justin Kurzel y protagonizada por Michael Fassbender, Assassin’s Creed lleva a la gran pantalla el universo del exitoso videojuego de Ubisoft. Con una mezcla de acción, historia y ciencia ficción, la película explora la eterna batalla entre los Asesinos y los Templarios, dos órdenes enfrentadas por el control del libre albedrío humano. Visualmente imponente y llena de energía, es una reinterpretación ambiciosa del mito moderno de los videojuegos.
La historia sigue a Callum Lynch (Fassbender), un hombre condenado a muerte que es rescatado por la misteriosa corporación Abstergo. A través de una máquina llamada Animus, Callum revive los recuerdos de su ancestro, Aguilar de Nerha, un asesino del siglo XV en plena Inquisición española. Mientras experimenta las habilidades y la visión del pasado, Callum comienza a comprender su legado y a cuestionar las verdaderas intenciones de quienes lo controlan.
Michael Fassbender ofrece una interpretación intensa y física, encarnando con convicción tanto la furia interior de Callum como la serenidad guerrera de Aguilar. Su presencia sostiene la narrativa entre acción y filosofía. Marion Cotillard brilla como la doctora Sophia Rikkin, dividida entre la ciencia y la moral, mientras Jeremy Irons aporta elegancia y autoridad como el enigmático líder de Abstergo. El reparto da peso emocional a una historia que combina historia, mito y genética.
La dirección de Justin Kurzel destaca por su estética cuidada y su estilo visual cercano al del videojuego original. Las secuencias ambientadas en la España del siglo XV son visualmente deslumbrantes: combates cuerpo a cuerpo, persecuciones acrobáticas y los icónicos saltos de fe se combinan con una fotografía que mezcla tonos ocres y sombras medievales. La acción se apoya más en la coreografía física que en los efectos digitales, lo que aporta autenticidad a cada enfrentamiento.
Assassin’s Creed explora temas como la herencia genética, la libertad y el poder del conocimiento. El vínculo entre pasado y presente se convierte en una reflexión sobre la identidad y el control. Aunque la trama puede resultar compleja, la película conserva la esencia filosófica del videojuego: el eterno conflicto entre quienes buscan liberar la mente y quienes quieren dominarla.
Assassin’s Creed (2016) es una aventura visual que combina acción espectacular con una atmósfera densa y reflexiva. Con un reparto de primer nivel, una dirección estilizada y una banda sonora envolvente, logra capturar el espíritu del universo del videojuego mientras construye su propio camino cinematográfico. Una historia sobre el legado, la rebelión y el poder de recordar quiénes fuimos para comprender quiénes somos.