
Dirigida por Matt Reeves, Batman (2022) ofrece una nueva visión del icónico vigilante de DC Comics. Con Robert Pattinson al frente, la película abandona el enfoque de acción tradicional para adentrarse en un tono más oscuro, detectivesco y emocional. Este reinicio propone un thriller neo-noir que combina misterio, crimen y redención, explorando los orígenes morales del héroe más atormentado de Gotham.
La historia nos presenta a un joven Bruce Wayne en su segundo año como Batman, aún inexperto y lleno de ira. Cuando un asesino en serie conocido como El Acertijo (Paul Dano) comienza a eliminar a figuras clave de la ciudad, el vigilante se ve arrastrado a una red de corrupción que involucra a las élites de Gotham y a su propia familia. A medida que sigue las pistas, Batman descubre que la justicia no siempre es blanca o negra, sino una lucha constante en la penumbra.
Robert Pattinson ofrece una interpretación introspectiva y vulnerable, enfocándose en la mente de un Batman obsesionado más que en el héroe infalible. Zoe Kravitz deslumbra como Selina Kyle / Catwoman, aportando sensualidad y fuerza emocional. Colin Farrell se transforma por completo como El Pingüino, mientras Jeffrey Wright da humanidad al Comisionado Gordon. Cada actuación refuerza el tono realista y sombrío del film.
La fotografía de Greig Fraser (ganador del Óscar por Dune) convierte a Gotham en un personaje más: lluviosa, sucia y visualmente hipnótica. Los tonos rojizos, la iluminación tenue y el uso magistral de las sombras crean una atmósfera opresiva y elegante. Cada plano parece una pintura gótica que encapsula la dualidad de la ciudad: belleza y podredumbre, poder y ruina.
La banda sonora de Michael Giacchino es uno de los grandes aciertos de la película. Su tema principal, poderoso y melancólico, captura la esencia del personaje: un hombre dividido entre la venganza y la esperanza. Los acordes oscuros y repetitivos funcionan como un latido constante, marcando el pulso de una historia que avanza con tensión y emoción contenida.
Batman (2022) es una obra de cine negro envuelta en la mitología del superhéroe. Con un guion sólido, una dirección impecable y una atmósfera absorbente, redefine al Caballero Oscuro como un símbolo de resistencia y vulnerabilidad. Más que una película de acción, es una meditación sobre la justicia, el dolor y la redención. Reeves y Pattinson logran que Batman vuelva a ser lo que siempre debió ser: una sombra que observa, un hombre que sufre y un mito que inspira.