
Dirigida por Christopher Nolan, Batman inicia (Batman Begins) se estrenó en 2005 y marcó el renacimiento del héroe de Gotham en la gran pantalla. Tras años de ausencia y adaptaciones que habían perdido seriedad, esta cinta ofreció una versión más realista, oscura y psicológica del icónico superhéroe, dando inicio a la aclamada trilogía del Caballero Oscuro.
La historia sigue a Bruce Wayne (Christian Bale), un joven traumatizado por el asesinato de sus padres que emprende un viaje para entender el crimen y la justicia. Guiado por Ra’s al Ghul (Liam Neeson) y entrenado por la Liga de las Sombras, Bruce aprende técnicas de combate y disciplina, aunque pronto se da cuenta de que su visión de justicia es diferente. De regreso en Gotham, asume la identidad de Batman, enfrentándose al crimen organizado y a la amenaza del enigmático Espantapájaros (Cillian Murphy).
Christian Bale ofrece una de las interpretaciones más completas de Bruce Wayne, equilibrando vulnerabilidad, carisma y determinación. Michael Caine aporta calidez y sabiduría como Alfred, mientras que Morgan Freeman encarna a Lucius Fox, aliado clave en la creación del arsenal tecnológico de Batman. Gary Oldman se luce como Jim Gordon, un policía honesto en medio de la corrupción de Gotham. Por su parte, Liam Neeson y Cillian Murphy aportan villanos complejos y memorables.
Nolan dota a la película de un tono oscuro y realista, mostrando a Gotham como una ciudad sumida en el crimen y la decadencia. La fotografía de Wally Pfister refuerza esta atmósfera sombría, mientras que las escenas de acción, aunque más terrenales, transmiten crudeza y tensión. La narrativa se centra en la construcción del mito de Batman, explorando el miedo como arma y como motor del héroe.
La banda sonora, compuesta por Hans Zimmer y James Newton Howard, aporta un tono épico y emotivo, estableciendo motivos musicales que acompañarían a Batman a lo largo de toda la trilogía. Su mezcla de intensidad y melancolía refuerza el carácter dual de Bruce Wayne: hombre y mito.
Batman inicia (2005) redefinió el cine de superhéroes, mostrando que un personaje de cómic podía ser tratado con seriedad, profundidad y realismo. La película no solo rescató la figura de Batman tras años de parodia, sino que sentó las bases para una trilogía que cambiaría el género. Un inicio poderoso que aún hoy se considera un referente del cine de acción y de superhéroes.