
Todo comienza cuando un mensaje en una botella flota a través del océano. Dentro, un pedido de ayuda escrito por una pequeña huérfana llamada Penny. El llamado es recibido por la Sociedad de Rescate Internacional, una organización secreta de ratones dedicada a proteger a quienes más lo necesitan. Así es como los valientes Bernardo y Bianca se embarcan en una misión que los llevará a enfrentar grandes peligros por una causa aún más grande: salvar a una niña indefensa.
Bernardo, un conserje tímido y algo supersticioso, y Bianca, una elegante y decidida ratoncita de Hungría, forman una dupla inolvidable. Su misión los lleva desde Nueva York hasta los pantanos del misterioso Devil’s Bayou, en Luisiana. Con la ayuda del albatros Orville y otros animales locales, se enfrentan a un terreno hostil, lleno de obstáculos… y a una villana temible.
Medusa, una buscadora de tesoros sin escrúpulos, ha secuestrado a Penny para obligarla a encontrar el Ojo del Diablo, un enorme diamante escondido en una cueva inundada. Capaz de todo con tal de alcanzar su objetivo, Medusa se convierte en una amenaza constante, incluso para sus propios aliados. Pero la valentía de dos pequeños ratones será más fuerte que cualquier codicia.
Bernardo y Bianca fue la primera película de Disney con una carga dramática más adulta, sin perder su calidez. La animación, especialmente los ambientes de los pantanos, es rica en detalle y atmósfera. La banda sonora acompaña con delicadeza tanto los momentos de tensión como los de ternura, mientras la historia resalta el poder de la amistad, la esperanza y el coraje, sin importar el tamaño.
Esta película nos recuerda que, aunque pequeños, todos podemos hacer cosas grandes. Con humor, emoción y una narrativa que combina acción y dulzura, Bernardo y Bianca es una joya del cine animado que ha tocado los corazones de generaciones. Un clásico ideal para ver en familia y volver a creer en los milagros… y en los ratoncitos con alma de héroes.