
David es un estudiante brillante con un futuro prometedor, pero su vida da un giro inesperado cuando, junto a su hermana y sus amigos, descubre los planos de una máquina del tiempo ocultos en su casa. Intrigados por la posibilidad, logran construir el artefacto y empiezan a usarlo para corregir errores, ganar loterías, revivir momentos… todo parece perfecto. Pero cada salto en el tiempo tiene un precio, y las consecuencias pronto se vuelven incontrolables.
Dirigida por Dean Israelite y producida por Michael Bay, esta película mezcla el estilo “found footage” con ciencia ficción ligera y elementos de drama adolescente. A diferencia de los típicos viajes temporales épicos, aquí todo se siente casero, cercano y caóticamente real. El grupo de amigos no es un equipo de científicos, sino chicos comunes con decisiones impulsivas… y consecuencias enormes.
Lo que comienza como una aventura divertida, pronto se convierte en una carrera contra el tiempo (literalmente). Los protagonistas descubren que cada alteración desencadena efectos inesperados, desde accidentes hasta realidades paralelas donde todo ha cambiado. La amistad, el amor y la responsabilidad se ponen a prueba en una historia que combina adrenalina, dilemas éticos y errores que no siempre se pueden deshacer.
La banda sonora incluye temas electrónicos, alternativos y beats juveniles que acompañan el ritmo acelerado de la trama. Todo suena como un playlist de secundaria en pleno experimento científico con consecuencias cósmicas.
Bienvenidos al ayer es una historia sobre juventud, decisiones impulsivas, sueños cumplidos y segundas oportunidades que tal vez nunca debieron existir. Ideal para quienes disfrutan de la ciencia ficción desde un enfoque íntimo, imperfecto y muy humano. Porque a veces, el mayor viaje es aprender a vivir con lo que ya pasó.