
Dirigida por Paul Greengrass, Bourne: El ultimátum (título original: The Bourne Ultimatum) es la tercera entrega de la saga original y una de las películas de acción más aclamadas de la década de 2000. Estrenada en 2007, esta secuela lleva la historia de Jason Bourne a su punto más intenso, cerrando el arco principal con una mezcla perfecta de intriga, acción vertiginosa y revelaciones clave. Con Matt Damon en uno de sus papeles más icónicos, la cinta consolidó a la franquicia como un referente absoluto del género.
La historia continúa directamente tras los eventos de La supremacía Bourne. Jason Bourne sigue huyendo mientras intenta descubrir la verdad completa sobre su pasado y el programa que lo convirtió en un asesino. Su investigación lo lleva a cruzar Europa y África, desde Londres y Madrid hasta Tánger, mientras desmantela capa por capa la conspiración que lo rodea. A medida que se acerca al núcleo del programa Treadstone, Bourne se enfrenta a su propia identidad y a la organización que intentó borrarla.
Matt Damon ofrece su interpretación más intensa y controlada, encarnando a un Jason Bourne decidido, letal y emocionalmente contenido. Joan Allen brilla nuevamente como Pamela Landy, aportando profundidad moral al conflicto. Julia Stiles tiene un rol más relevante como Nicky Parsons, mostrando una conexión más personal con Bourne. Se suman David Strathairn como Noah Vosen, un antagonista calculador, y Albert Finney como el enigmático Dr. Hirsch.
Paul Greengrass perfecciona aquí su estilo visual: cámara en mano, montaje frenético y realismo casi documental. Las persecuciones y combates son coreografiados con precisión quirúrgica. Destaca especialmente la secuencia en Tánger, una de las más espectaculares de la saga, combinando parkour, combates cuerpo a cuerpo y persecuciones vertiginosas. La edición rápida y la fotografía cruda crean una sensación de urgencia que mantiene al espectador al borde del asiento.
La música de John Powell alcanza su punto culminante, con temas orquestales tensos y percusiones contundentes que acompañan cada escena de acción con fuerza. El icónico “Extreme Ways” de Moby regresa para cerrar la película, funcionando como un sello de identidad emocional y épico.
Bourne: El ultimátum (2007) es una culminación brillante que combina acción trepidante, desarrollo de personaje y revelaciones impactantes. Con una dirección impecable y un ritmo que no da tregua, es considerada la mejor entrega de la saga y un referente indiscutible del cine de acción contemporáneo. Una trilogía que redefinió el género con inteligencia y energía.