
Canción del sur (Song of the South) es una película híbrida de animación y acción real producida por Walt Disney y estrenada en 1946. Ambientada en el sur de Estados Unidos durante el período posterior a la Guerra de Secesión, la historia gira en torno a Johnny, un niño que visita la plantación de su abuela y entabla una amistad con el carismático Tío Remus, un hombre afroamericano que le cuenta fábulas protagonizadas por personajes animados como Hermano Conejo, Hermano Zorro y Hermano Oso.
La película fue innovadora por su combinación de acción real y animación, un logro técnico impresionante en su momento. Las secuencias animadas se integran de manera fluida con los actores reales, creando un universo mágico en el que los relatos de Tío Remus cobran vida. La canción “Zip-a-Dee-Doo-Dah” se convirtió en un ícono cultural, ganando el Óscar a Mejor Canción Original y manteniéndose como uno de los temas más recordados del catálogo de Disney.
Aunque se desarrolla en el sur estadounidense tras la abolición de la esclavitud, la película ha sido objeto de controversia por su representación romántica y poco crítica del período posterior a la Guerra Civil. Muchos críticos y espectadores señalan que idealiza las relaciones raciales de la época y presenta estereotipos problemáticos. Como resultado, Disney ha mantenido la película fuera de circulación oficial durante décadas, evitando su lanzamiento en formatos modernos o en la plataforma Disney+.
El actor James Baskett, en el papel de Tío Remus, fue ampliamente elogiado por su interpretación cálida y carismática. Aunque no recibió un Óscar competitivo, fue galardonado con un Premio Honorífico de la Academia, siendo uno de los primeros actores afroamericanos en recibir un reconocimiento de este tipo. Su personaje se convirtió en una figura entrañable para muchos espectadores, pese a la complejidad histórica que lo rodea.
A día de hoy, Canción del sur es tanto un hito técnico en la historia del cine de Disney como un ejemplo de cómo las representaciones culturales pueden envejecer de forma problemática. Mientras algunos defienden su valor histórico y musical, otros consideran que su difusión sin contexto crítico perpetúa visiones sesgadas del pasado. El debate sobre su legado continúa abierto, convirtiéndola en una obra tan fascinante como polémica.
Canción del sur ocupa un lugar único en la historia del cine: es recordada por su innovación técnica y sus canciones inolvidables, pero también es una pieza que invita a reflexionar sobre cómo el entretenimiento puede transmitir mensajes culturales. Más allá de su disponibilidad limitada, sigue siendo un punto de referencia en debates sobre representación, historia y memoria colectiva.