
Dirigida por Steven Soderbergh y estrenada en 2025 con el título original Black Bag, Código negro (2025) es un thriller de espionaje que gira en torno a un matrimonio de agentes de élite cuya lealtad empieza a resquebrajarse cuando ella se convierte en sospechosa de traición. Con un reparto encabezado por Cate Blanchett y Michael Fassbender, la película coloca al espectador en el centro de una caza de posibles infiltrados en los servicios de inteligencia británicos, obligando al protagonista a elegir entre su país y la mujer que ama.
La trama sigue a George Woodhouse, un agente de contrainteligencia interpretado por Michael Fassbender, encargado de investigar una lista de posibles traidores dentro del aparato de seguridad nacional. El giro devastador llega cuando entre esos nombres aparece el de Kathryn St. Jean, su propia esposa y alta responsable de operaciones de señales, encarnada por Cate Blanchett. A partir de ahí, cada interrogatorio, cada reunión y cada conversación en pasillos cargados de tensión se convierte en una prueba de fuego: ¿es Kathryn realmente culpable o está siendo utilizada como pieza en un juego político mucho más grande?
La película se apoya de forma contundente en el trabajo de sus dos protagonistas. Cate Blanchett construye una Kathryn enigmática, brillante y emocionalmente blindada, capaz de transmitir culpa, frialdad y vulnerabilidad en una misma mirada. Frente a ella, Michael Fassbender ofrece un George desgastado por los años de servicio, atrapado entre el instinto profesional y el amor por su esposa. Sus escenas juntos funcionan como un duelo íntimo y contenido, donde las palabras pesan tanto como los silencios y donde el espectador duda constantemente de lo que ve y de lo que oye.
En lugar de apostar por la acción desbordada, Código negro (2025) se inclina por un espionaje más sobrio y cerebral. Las reuniones de alto nivel, los informes clasificados y las filtraciones internas sostienen una atmósfera de paranoia en la que nadie parece completamente inocente. Personajes interpretados por Marisa Abela, Naomie Harris, Tom Burke, Regé-Jean Page y Pierce Brosnan enriquecen el tablero con sospechas cruzadas, dobles agendas y lealtades ambiguas. El enemigo no está tanto fuera de las fronteras como dentro de las propias estructuras del poder.
Fiel a su estilo, Soderbergh apuesta por una puesta en escena elegante y contenida, con encuadres amplios, cambios de foco rápidos y montaje ágil que intensifican la sensación de vigilancia constante. La cámara se desliza por salas de reuniones, despachos en penumbra y espacios urbanos donde todo parece limpio en la superficie pero contaminado por debajo. La banda sonora, de corte discreto pero incisivo, refuerza el suspense sin saturar, permitiendo que sean las interpretaciones y la escritura de David Koepp las que marquen el pulso dramático.
Más allá de la intriga de espías, Código negro (2025) funciona como una reflexión sobre la confianza y el costo emocional de vivir al servicio de una causa. George debe preguntarse cuánto está dispuesto a sacrificar por su país y si el sistema que defiende merece el precio personal que le exige. Kathryn, por su parte, encarna el dilema de quienes operan en zonas grises, donde la línea entre protección y traición nunca está del todo clara. El resultado es un thriller adulto, tenso y sofisticado que deja al espectador pensando en las grietas morales que se abren cuando la guerra ya no se libra solo en el campo de batalla, sino en la intimidad de una pareja.