
Dirigida por Peter Segal, Como si fuera la primera vez (50 First Dates) es una comedia romántica que combina el humor característico de Adam Sandler con la dulzura natural de Drew Barrymore. Ambientada en las paradisíacas playas de Hawái, la película nos presenta una historia de amor tan improbable como encantadora, donde la memoria y el corazón juegan una partida única.
Henry Roth (Adam Sandler) es un biólogo marino que disfruta de su vida despreocupada hasta que conoce a Lucy Whitmore (Drew Barrymore), una joven adorable que parece ser la mujer perfecta. Sin embargo, pronto descubre que Lucy sufre de pérdida de memoria a corto plazo y que cada mañana olvida todo lo ocurrido el día anterior. Lejos de rendirse, Henry decide conquistarla una y otra vez, probando que el amor verdadero no necesita recuerdos… solo constancia.
Adam Sandler muestra una faceta más sensible sin abandonar su humor ingenuo, mientras que Drew Barrymore brilla con una actuación dulce, optimista y llena de corazón. Su química en pantalla es mágica, recordando por qué esta pareja ya había conquistado al público en El cantante de bodas. Acompañan Rob Schneider y Sean Astin, aportando los momentos más cómicos y extravagantes de la historia.
La dirección de Peter Segal logra equilibrar el humor con la sensibilidad, creando una película que hace reír, pero también conmueve. Las hermosas locaciones de Hawái, los paisajes llenos de color y la calidez de los personajes convierten la historia en un viaje emocional donde cada día parece nuevo. A pesar de su tono ligero, la trama toca temas profundos como la perseverancia, la aceptación y el poder del amor para sanar.
La banda sonora, con versiones en reggae y pop de clásicos como “Wouldn’t It Be Nice” o “Over the Rainbow”, complementa a la perfección la atmósfera romántica y tropical. Cada tema refuerza la sensación de esperanza y alegría que define a la película, haciendo que su encanto perdure mucho después de los créditos finales.
Como si fuera la primera vez (2004) es una comedia romántica encantadora que demuestra que el amor verdadero es paciente, persistente y capaz de superar cualquier obstáculo, incluso la memoria. Con su mezcla perfecta de risas y ternura, se ha convertido en un clásico moderno que sigue conquistando corazones cada vez que vuelve a empezar. Una historia que, aunque Lucy olvide, el espectador recordará siempre.