
Dirigida por Ryūichi Hiroki, Contigo a muerte (2021) (conocida internacionalmente como Ride or Die y en español como Contigo a muerte) es un thriller romántico japonés que adapta el manga Gunjō de Ching Nakamura. Protagonizada por Kiko Mizuhara y Honami Sato, la película explora los límites del amor, el deseo y la culpa a través de una historia tan apasionada como incómoda.
Rei Nagasawa (Mizuhara) se reencuentra con su antigua amiga y amor imposible, Nanae Shinoda (Sato), quien sufre violencia de parte de su esposo. En un gesto extremo, Rei comete un crimen para liberarla, y ambas emprenden una fuga sin rumbo. La carretera se convierte en espejo de sus contradicciones: entre atracción y rechazo, protección y manipulación, la película plantea preguntas sobre el precio de amar “a cualquier costo”.
Mizuhara construye una Rei contenida y obsesiva, movida por una devoción casi autodestructiva. Sato, por su parte, dota a Nanae de fragilidad y ambigüedad moral: víctima, sí, pero también agente de decisiones que empujan la historia hacia zonas grises. La química entre ambas sostiene el pulso emocional y convierte cada silencio en un campo minado.
Hiroki combina el road movie con el melodrama psicológico, apostando por encuadres íntimos, texturas frías y una cámara que se acerca al cuerpo como si quisiera leerlo. La duración generosa permite respirar a los personajes y subrayar la tensión entre deseo y repulsión, con escenas que alternan ternura, violencia y culpa.
La banda sonora trabaja en clave minimalista, dejando que el sonido de la carretera y los silencios prolongados hagan el trabajo pesado. La música aparece como subrayado emocional preciso, sin robar foco a las miradas y a la incomodidad que la película quiere provocar.
Contigo a muerte (2021) es una propuesta valiente sobre el amor queer atravesado por la violencia y la dependencia emocional. Más que justificar, problematiza: ¿qué significa “estar ahí” para alguien cuando la lealtad cruza la frontera del delito? Con interpretaciones potentes y una puesta en escena que rehúye lo fácil, deja una huella que persiste mucho después de los créditos.