
Mientras Seattle es azotada por una ola de misteriosos asesinatos, en Forks, Bella se encuentra en el centro de una batalla que no solo es física, sino profundamente emocional. Debe elegir entre su amor por Edward y su conexión cada vez más fuerte con Jacob. Entre la eternidad del hielo… y el calor de lo salvaje.
Victoria regresa con sed de venganza y crea un ejército de neófitos —jóvenes vampiros incontrolables— para destruir a los Cullen y tomar lo que cree que es suyo. Esta vez, enemigos históricos deben unirse: vampiros y hombres lobo luchando juntos. Y mientras la tensión crece, Bella no solo debe sobrevivir, sino decidir quién quiere ser… y qué está dispuesta a sacrificar.
La relación entre Bella, Edward y Jacob alcanza su punto más crítico. Los diálogos son más directos, los silencios más pesados, y las miradas cargadas de lo no dicho. ¿Puede Bella amar a dos personas al mismo tiempo? ¿O simplemente teme perder a quien le ofrece una vida distinta? En Eclipse, el triángulo amoroso se vuelve un campo de batalla emocional.
David Slade aporta un tono más oscuro y dinámico a esta entrega, con batallas coreografiadas, entrenamiento sobrenatural y una amenaza latente que hace que todo se acelere. La película combina momentos íntimos con secuencias épicas, sin dejar de lado el conflicto interior de sus protagonistas.
Eclipse es una historia sobre elecciones, identidad y consecuencias. Ideal para quienes han sentido el corazón tirar en direcciones opuestas, para los que creen en el compromiso, y para los que saben que amar también es elegir —aunque duela, aunque cueste, aunque cambie todo para siempre.