
Dirigida por Blake Edwards, Desayuno en Tiffany’s (Breakfast at Tiffany’s) es una comedia romántica estrenada en 1961 que se convirtió en un símbolo cultural y en una de las películas más recordadas de la era dorada de Hollywood. Inspirada en la novela de Truman Capote, la cinta combina sofisticación, humor y un romance encantador que ha trascendido generaciones.
La historia sigue a Holly Golightly (Audrey Hepburn), una joven neoyorquina que vive entre fiestas, glamour y relaciones superficiales mientras sueña con una vida de lujo y estabilidad. Su rutina cambia cuando conoce a Paul Varjak (George Peppard), un escritor en busca de inspiración. Entre encuentros y desencuentros, ambos descubren en el otro la posibilidad de un amor verdadero, aunque marcado por las inseguridades y los sueños inconclusos.
Audrey Hepburn ofrece una de las actuaciones más icónicas de su carrera, con un personaje que mezcla encanto, vulnerabilidad y excentricidad. Su imagen con el vestido negro de Givenchy y el cigarrillo largo se convirtió en un emblema de la moda y el cine. George Peppard aporta carisma y calidez como Paul, mientras que el reparto secundario incluye a Patricia Neal y Mickey Rooney, este último en un papel muy discutido por su caricaturización estereotipada.
La película brilla por su elegante diseño visual, que refleja el glamour de Nueva York en los años 60. Desde los apartamentos bohemios hasta la joyería Tiffany’s, los escenarios se convierten en parte esencial de la historia. El estilo de Holly, con vestidos sofisticados y accesorios icónicos, marcó un antes y un después en la moda cinematográfica.
La banda sonora de Henry Mancini incluye la inolvidable canción “Moon River”, interpretada por Hepburn, que se convirtió en un clásico instantáneo y ganó el Óscar a Mejor Canción Original. La música refuerza el tono romántico y melancólico de la historia, equilibrando las dosis de comedia ligera con momentos de profunda emotividad.
Desayuno en Tiffany’s (1961) es mucho más que una comedia romántica: es un retrato de la búsqueda de identidad, amor y pertenencia en un mundo brillante pero vacío. Con una protagonista inolvidable, un estilo visual icónico y una de las canciones más bellas del cine, la película se mantiene como un referente absoluto de la cultura popular y del romance clásico en la gran pantalla.