
Dirigida por Gary Shore, Drácula: La historia jamás contada (Dracula Untold) ofrece una nueva visión del legendario vampiro, combinando fantasía, acción y drama histórico. Lejos de la imagen clásica del conde seductor, esta película explora los orígenes humanos de Vlad Tepes, el príncipe guerrero que eligió la oscuridad para salvar a su pueblo. Es una historia de poder, sacrificio y maldición, contada con ritmo épico y un tono trágico.
La historia se sitúa en el siglo XV, cuando Vlad (Luke Evans), también conocido como “el empalador”, gobierna en paz después de años de guerras sangrientas. Sin embargo, su vida da un giro cuando el Imperio Otomano exige que entregue a su hijo como tributo. Desesperado por proteger a su familia y su pueblo, Vlad busca ayuda en una oscura cueva habitada por una criatura ancestral (Charles Dance). Allí, acepta un pacto que le otorga poderes inimaginables, pero también una sed insaciable de sangre.
Luke Evans ofrece una interpretación poderosa y carismática, encarnando a un Drácula más humano y trágico que monstruoso. Su lucha interna entre la luz y la oscuridad da profundidad al personaje, alejándolo del cliché del villano para presentarlo como un mártir romántico. Sarah Gadon aporta ternura y fortaleza como Mirena, la esposa que representa el último vínculo de Vlad con su humanidad, mientras que Dominic Cooper da vida a un antagonista implacable como el sultán Mehmed.
La dirección de Gary Shore combina acción y estética con elegancia. Los escenarios medievales, las batallas bajo la tormenta y los efectos visuales logran una atmósfera sombría y envolvente. Las secuencias donde Vlad se transforma en enjambres de murciélagos o enfrenta ejércitos enteros son visualmente impactantes y refuerzan la dimensión mítica del relato. La fotografía oscura y el tono melancólico acompañan el conflicto moral del protagonista.
Drácula: La historia jamás contada equilibra el drama personal con la acción fantástica, mostrando que el verdadero terror no está en la inmortalidad, sino en perder la humanidad. La película plantea preguntas sobre el sacrificio y el precio del poder, envolviendo su narrativa en una aura de tragedia heroica. Aunque toma licencias creativas respecto al mito clásico, logra construir una historia sólida, entretenida y emocionalmente resonante.
Drácula: La historia jamás contada (2014) reinterpreta uno de los personajes más icónicos del cine con una mirada moderna y emotiva. Con una mezcla de acción, misticismo y tragedia, ofrece un retrato diferente del conde, más hombre que monstruo. Es una película que combina espectáculo y sentimiento, recordando que incluso los seres más oscuros alguna vez lucharon por la luz.