
Tulio y Miguel, dos buscavidas encantadores en la España del siglo XVI, consiguen por accidente un mapa que los lleva directo al mito: El Dorado, la ciudad perdida de oro. Tras llegar en una travesía imposible, son confundidos con dioses por los habitantes… y no dudan en aprovecharlo. Pero fingir divinidad no es tan fácil cuando hay corazones, dudas y enemigos en juego.
Mientras los protagonistas intentan sostener la mentira, descubren que El Dorado no es solo riqueza: es un pueblo vibrante, con cultura, historia… y secretos. Chel, una joven astuta del lugar, los pone a prueba en más de un sentido. Pero el mayor desafío será decidir qué vale más: el oro o la lealtad entre ellos, especialmente cuando el sacerdote Tzekel-Kan empieza a sospechar la verdad.
Dirigida por Eric «Bibo» Bergeron y Don Paul, esta joya animada de DreamWorks mezcla humor, aventura y corazón con una estética viva y detalles visuales inspirados en el arte mesoamericano. La química entre los personajes principales —más cercana a una pareja cómica que a héroes clásicos— hace que cada escena sea tan divertida como entrañable.
Con canciones compuestas por Elton John y música de Hans Zimmer“El Dorado” o “It’s Tough to Be a God” acompañan perfectamente el viaje, dándole ese toque de aventura con alma musical que la hace inolvidable.
El camino hacia El Dorado es una historia sobre amistad, decisiones difíciles y la búsqueda de algo más valioso que el oro. Ideal para quienes aman la animación clásica, los personajes imperfectos pero adorables y los cuentos donde lo inesperado cambia el rumbo de todo. Una aventura que se burla de los héroes… y los convierte en algo mejor.