
Dirigida por Michael Chaves y producida por James Wan, El conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo (título original The Conjuring: The Devil Made Me Do It) es la tercera entrega principal de la exitosa saga de terror inspirada en los archivos reales de Ed y Lorraine Warren. Protagonizada nuevamente por Patrick Wilson y Vera Farmiga, esta historia se adentra en uno de los casos más extraños y polémicos de los investigadores paranormales.
Ambientada en 1981, la trama sigue el caso de Arne Cheyenne Johnson, el primer hombre en Estados Unidos en usar la posesión demoníaca como defensa legal tras cometer un asesinato. Todo comienza con el exorcismo del pequeño David Glatzel, en el que Ed y Lorraine presencian cómo la entidad maligna abandona al niño para poseer a Arne. A partir de entonces, la pareja se enfrenta a fuerzas demoníacas y a un oscuro culto satánico mientras intentan probar la inocencia del acusado y descubrir el origen de la maldición.
Patrick Wilson y Vera Farmiga vuelven a brillar como Ed y Lorraine Warren, aportando profundidad emocional y carisma a sus personajes. Su relación amorosa y su fe inquebrantable siguen siendo el eje emocional de la franquicia. El elenco secundario, incluyendo a Ruairi O’Connor como Arne y Sarah Catherine Hook como Debbie, complementa sólidamente la historia.
A diferencia de las dos primeras entregas, Michael Chaves opta por un estilo que mezcla el terror sobrenatural con el thriller policial y judicial. Aunque mantiene escenas de exorcismos y apariciones demoníacas, también explora pistas, sectas y maldiciones con un enfoque más investigativo, ofreciendo un tono ligeramente distinto pero interesante.
La música y el diseño sonoro continúan siendo elementos clave para generar tensión. Golpes secos, susurros demoníacos, coros sombríos y silencios prolongados mantienen la atmósfera opresiva que caracteriza a la saga.
El conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo (2021) amplía el universo de la franquicia al explorar un caso real desde un enfoque más amplio y oscuro. Aunque es menos aterradora que sus predecesoras, destaca por sus actuaciones sólidas, su ambientación y su combinación de terror sobrenatural y drama judicial. Un capítulo diferente, pero efectivo, dentro de la saga de los Warren.