
Dirigida por Michel Hazanavicius, El príncipe olvidado (Le Prince Oublié) es una comedia familiar y fantástica estrenada en 2020. Con un tono ligero y entrañable, la película explora la relación entre un padre y su hija a través de un mundo mágico donde los cuentos cobran vida, reflexionando sobre el paso del tiempo y el crecimiento.
La historia sigue a Djibi (Omar Sy), un padre devoto que cada noche inventa historias para su hija pequeña, situándose como el héroe en un mundo de fantasía conocido como Storyland. Sin embargo, cuando la niña crece y comienza a interesarse en nuevas experiencias, Djibi descubre que su papel en esas historias empieza a desvanecerse. Esta situación lo enfrenta al miedo a perder la conexión con su hija.
Omar Sy brilla como Djibi, aportando carisma, ternura y humor al personaje de un padre que no quiere dejar de ser importante en la vida de su hija. Lo acompañan Bérénice Bejo en un papel secundario y la joven Sarah Gaye como Sofia, quien representa la transición entre la infancia y la adolescencia. El elenco logra transmitir la calidez emocional necesaria para una historia de corte familiar.
La película alterna entre la vida cotidiana y el universo mágico de Storyland, lleno de castillos, aventuras y escenarios coloridos. Los efectos visuales y la dirección artística apuestan por un tono fantástico, con una estética pensada para atraer tanto a niños como adultos. Este contraste visual refuerza el mensaje sobre cómo la imaginación ayuda a afrontar los cambios en la vida.
La banda sonora acompaña de forma delicada los momentos emotivos y las escenas de fantasía, reforzando la dualidad entre lo real y lo imaginario. Su tono ligero y esperanzador aporta un aire de cuento que complementa el estilo visual de la película.
El príncipe olvidado es una película que mezcla comedia, fantasía y ternura para reflexionar sobre el vínculo entre padres e hijos. Aunque recibió críticas dispares por su tono predecible, ofrece un relato entrañable y visualmente atractivo, ideal para familias. Una obra que invita a valorar la imaginación y a aceptar con amor los cambios que trae consigo el crecimiento.