
Dirigida por Shawn Levy, El Proyecto Adam (The Adam Project) es una película de ciencia ficción producida por Netflix que combina acción, humor y emoción en una historia sobre viajes en el tiempo y segundas oportunidades. Con un guion ágil y un tono familiar, la cinta logra equilibrar el espectáculo visual con una trama centrada en el poder de la reconciliación y los lazos familiares.
La historia sigue a Adam Reed (Ryan Reynolds), un piloto del futuro que accidentalmente aterriza en el año 2022 mientras busca a su esposa desaparecida. Al hacerlo, se encuentra con su versión de 12 años (Walker Scobell), un niño inteligente pero dolido por la muerte de su padre. Juntos, deberán unir fuerzas para corregir el curso del tiempo, enfrentarse a enemigos tecnológicos y, sobre todo, sanar viejas heridas emocionales.
Ryan Reynolds ofrece su característico humor sarcástico, pero también muestra una faceta más emocional. Walker Scobell brilla como su versión joven, logrando una conexión natural que sostiene gran parte del film. Jennifer Garner y Mark Ruffalo aportan humanidad y calidez como los padres de Adam, mientras que Zoe Saldaña completa el reparto con fuerza y determinación en su breve pero intensa participación.
Con una estética que recuerda a los clásicos de aventuras de los 80 —como E.T. o Regreso al futuro—, El Proyecto Adam combina persecuciones, combates futuristas y tecnología avanzada con un tono emocional que apela a la familia y el crecimiento personal. Levy y Reynolds (dupla detrás de Free Guy) entregan un entretenimiento inteligente, ligero y visualmente impecable.
La música de Rob Simonsen envuelve la historia con una mezcla de sintetizadores, emoción y energía. Los efectos visuales destacan por su limpieza y fluidez, especialmente en las escenas de vuelo y combate con armas de energía. Todo está al servicio de una historia que, aunque predecible, emociona gracias a su corazón sincero.
El Proyecto Adam (2022) es mucho más que una película sobre viajes en el tiempo: es una reflexión sobre el perdón, la pérdida y el valor de aceptarse a uno mismo. Con ritmo, humor y sentimiento, ofrece un espectáculo familiar que deja una sonrisa y una lágrima al final. Una aventura moderna con corazón clásico que demuestra que el tiempo puede curar… si aprendemos a mirar atrás.