
Dirigida por John Lee Hancock y basada en la novela corta de Stephen King, El teléfono del señor Harrigan (Mr. Harrigan’s Phone) es un drama sobrenatural que combina elementos de misterio, tecnología y reflexión sobre la soledad y el duelo. Con Jaeden Martell y Donald Sutherland como protagonistas, la película explora el vínculo entre un joven y un anciano millonario que trasciende la vida y la muerte gracias a un teléfono celular.
La historia sigue a Craig (Jaeden Martell), un adolescente solitario que entabla una amistad inesperada con el enigmático Sr. Harrigan (Donald Sutherland), un hombre de negocios retirado que comparte con él el amor por la lectura y el conocimiento. Cuando Harrigan muere, Craig coloca un iPhone en su ataúd como gesto de cariño… pero pronto descubre que puede comunicarse con él desde el más allá. Lo que comienza como consuelo pronto se convierte en algo perturbador, cuando los mensajes que envía parecen tener consecuencias reales.
Jaeden Martell ofrece una actuación introspectiva, transmitiendo el conflicto interno de un joven marcado por la pérdida y la culpa. Donald Sutherland, con su imponente presencia, da vida a un Sr. Harrigan complejo y fascinante, mezcla de mentor, figura paterna y sombra inquietante. Juntos crean una dinámica emocional que da profundidad a la historia, alejándola del terror convencional y acercándola al drama psicológico.
John Lee Hancock (El sueño de Walt, El fundador) imprime un tono pausado y elegante, centrado en el desarrollo emocional y la tensión contenida. La fotografía utiliza tonos fríos y una iluminación tenue que refuerzan el ambiente de misterio y aislamiento. Lejos de los sustos típicos, la película apuesta por un terror emocional, donde lo inquietante surge de lo invisible y lo no dicho.
La banda sonora, compuesta por Javier Navarrete, equilibra momentos de serenidad con notas inquietantes que acompañan la evolución del protagonista. El uso del silencio es clave para generar tensión y reflexión, permitiendo que los sonidos cotidianos —vibraciones, timbres, respiraciones— se conviertan en elementos de suspense. La mezcla sonora resalta la conexión entre lo tecnológico y lo sobrenatural.
El teléfono del señor Harrigan (2022) no busca asustar, sino inquietar y conmover. Con una historia contenida, actuaciones sólidas y una dirección que prioriza la emoción sobre el susto, John Lee Hancock entrega una adaptación fiel al espíritu de Stephen King. Una película sobre la soledad, la culpa y la forma en que el pasado —como una llamada perdida— siempre encuentra la manera de volver a sonar.