
Dirigida por Hayao Miyazaki y producida por Studio Ghibli, El viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no Kamikakushi) es una de las películas más aclamadas de la historia de la animación. Estrenada en 2001, esta obra maestra combina mitología japonesa, fantasía desbordante y una historia profundamente humana sobre el crecimiento personal. Fue un fenómeno mundial, ganando el Óscar a Mejor Película de Animación en 2003 y marcando un antes y un después para Ghibli en el extranjero.
La protagonista es Chihiro Ogino, una niña de 10 años que, durante una mudanza con sus padres, se adentra en un misterioso mundo habitado por dioses, espíritus y criaturas sobrenaturales. Cuando sus padres son transformados en cerdos por comer en un banquete mágico, Chihiro debe trabajar en una casa de baños dirigida por la poderosa Yubaba para encontrar la forma de liberarlos y regresar al mundo humano. En el camino, aprende sobre valentía, responsabilidad y amistad.
Rumi Hiiragi da voz a Chihiro en la versión original japonesa, transmitiendo su evolución de niña temerosa a joven decidida. Yubaba, interpretada por Mari Natsuki, es una bruja imponente y astuta que controla la casa de baños. Haku (Miyu Irino), un enigmático joven dragón, actúa como guía y aliado. También destacan personajes icónicos como Sin Cara, Kamaji y las criaturas del baño, cada uno con diseños y personalidades inolvidables.
La animación de El viaje de Chihiro es deslumbrante. Cada rincón del mundo espiritual está lleno de detalles visuales: desde la arquitectura de la casa de baños hasta las criaturas que la habitan. Los movimientos fluidos, las expresiones sutiles y el uso magistral del color crean un universo vivo y fascinante. Esta riqueza visual es una de las razones por las que la película sigue cautivando a nuevas generaciones.
La banda sonora, compuesta por Joe Hisaishi, es fundamental para la atmósfera de la película. Temas como “One Summer’s Day” combinan piano y cuerdas para transmitir melancolía, esperanza y asombro. La música acompaña cada escena con delicadeza, reforzando las emociones sin dominar la narrativa.
El viaje de Chihiro (2001) es una experiencia cinematográfica única que combina aventura, espiritualidad y reflexión sobre el crecimiento personal. Con personajes inolvidables, animación impecable y una historia profundamente simbólica, se ha ganado un lugar entre las mejores películas de todos los tiempos. Es una obra que emociona, inspira y transporta a un mundo donde lo fantástico y lo humano se entrelazan a la perfección.