
Dirigida por Richard Linklater, Escuela de Rock (School of Rock) se estrenó en 2003 y rápidamente se convirtió en una de las comedias musicales más queridas de los 2000. Con Jack Black como protagonista absoluto, la película mezcla humor, música y un mensaje inspirador sobre la importancia de seguir la pasión y creer en uno mismo.
La historia sigue a Dewey Finn (Jack Black), un guitarrista fracasado y sin rumbo que, tras ser expulsado de su banda, se hace pasar por maestro sustituto en una prestigiosa escuela. Al descubrir que sus alumnos tienen talento musical, decide convertir la clase en una banda de rock para competir en la “Batalla de las Bandas”. Lo que comienza como un plan egoísta se transforma en una experiencia transformadora para Dewey y sus estudiantes.
Jack Black ofrece una actuación explosiva, llena de energía y carisma, que lo consagró como una de las grandes figuras de la comedia de su generación. Los niños del reparto, como Miranda Cosgrove y Joey Gaydos Jr., aportan frescura y autenticidad, demostrando verdadero talento musical. Joan Cusack brilla como la estricta directora Rosalie Mullins, aportando un equilibrio perfecto entre seriedad y humor.
La película mantiene un estilo ligero y dinámico, con un tono familiar y accesible. La atmósfera de la escuela se mezcla con la energía vibrante del rock, logrando un equilibrio entre la comedia y la música. Las escenas de ensayo y de concierto transmiten entusiasmo y contagian al espectador con la pasión de los personajes.
La banda sonora es uno de los puntos fuertes, con clásicos del rock de bandas como AC/DC, Led Zeppelin y The Ramones, además de temas originales interpretados por los niños de la banda. La música no solo acompaña, sino que se convierte en el alma de la historia, celebrando la rebeldía y la libertad del rock and roll.
Escuela de Rock (2003) es una comedia entrañable que combina risas, música y un mensaje de empoderamiento. Con una actuación inolvidable de Jack Black, canciones icónicas y momentos que marcaron a toda una generación, la película se consolidó como un clásico moderno y una carta de amor al rock. Una obra que demuestra que la música puede cambiar vidas, incluso en el aula.